Por Juan Pablo Sallaberry Abril 10, 2014

En sus tres años como gobernador de Arauco le tocó la tarea de enfrentar una de las épocas más violentas de recrudecimiento del conflicto mapuche en la zona.  La estrategia de Peñailillo fue hacerse parte en las causas presentando al menos 11 querellas.

El punto de quiebre del movimiento estudiantil  de 1997 ocurrió con un duro enfrentamiento entre Peñailillo y Rodrigo Roco, presidente de la FECH. El actual ministro creó la Confesur, que agrupaba a 9 universidades desde Talca al sur, integrada por presidentes de federaciones afines a la Concertación.

1. MINISTRO DEL INTERIOR: SU MUESTRA DE PODER

5 de abril de 2014. “¿Y él quién es?”, “¿Ése es el ministro?”, “¿Tan joven?”. El ministro del Interior debió presentarse una y otra vez la semana pasada cuando recorría las zonas afectadas por el terremoto del Norte. En Huara, el pequeño poblado que perdió su iglesia y su cuartel de bomberos y donde cerca de 200 casas resultaron dañadas, Rodrigo Peñailillo dedicaba varios minutos a conversar con los vecinos, convenciéndolos de que se vayan a las carpas que dispuso el gobierno. Desde el minuto uno pudo demostrar su estilo y carácter a cargo de manejar la crisis. Por protocolo estuvo al mando del equipo de emergencia en la Onemi, recopilando información de los comités operativos de regiones y entregando los antecedentes a la prensa.

Para el jefe de gabinete fue una valiosa oportunidad para dar una muestra de fuerza y darse a conocer a la ciudadanía, ya que pese a ser por años el principal asesor de Michelle Bachelet -fue su jefe de gabinete en el primer gobierno y jefe del comando en las pasadas elecciones- siempre se mantuvo operando en las sombras y era reacio a hablar con la prensa. Tras su nombramiento, llovieron las críticas. Según sus cercanos debido a la incomodidad que generaba en la clase política el desembarco de un representante de la nueva generación que no pertenecía a la elite tradicional, las dirigencias de los partidos comenzaron a golpearlo cuestionando su labor en los errores en la elección de subsecretarios y otros cargos de gobierno, y luego algunos parlamentarios le pidieron modificar su diseño de comité político de los lunes, ya que los jefes de bancadas demandaban participar del encuentro con la presidenta. Finalmente, la directiva DC decidió emitir una declaración de “firme respaldo” a la labor de Peñailillo, lo que en códigos políticos fue leído exactamente como lo contrario: una constatación de que el ministro necesitaba apoyo.

Desconocido por la ciudadanía y bajo fuego amigo en la Nueva Mayoría, necesitaba con urgencia dar un golpe de poder.  Su primera idea era perfilarse en los temas de seguridad ciudadana, aunque no repetirá el esquema de otras ministros del Interior de opinar sobre casos judiciales o policiales, sí evalúa encabezar grandes anuncios relacionados al plan frontera norte, lucha contra el narcotráfico o la ampliación del plan 24 horas de Carabineros. Ahora, entre su agenda de prioridades se mantendrá la coordinación en las labores de reconstrucción y asistencia tras el terremoto.

Para su labor política en el ministerio, Peñailillo se ha rodeado de un fuerte equipo de trabajo cuya función es adelantar y prevenir los conflictos que puedan surgir a  futuro. Fichó a asesores de todos los partidos, como Víctor Maldonado, secretario nacional de la DC; Juan Andrés Lagos del PC, y Felipe Barnachea del PS. También amplió su agenda de entrevistas a medios y cambio su look contratando al exclusivo sastre Sergio Arias. Su objetivo es dejar de ser visto como el protegido de Bachelet y poder mostrar la habilidad política que adquirió desde temprana edad como dirigente estudiantil y gobernador. Para el gobierno proteger su figura es clave, ya que cualquier traspié que sufra será visto como un error en la apuesta que hizo Bachelet al designarlo.

2. GOBERNADOR DE ARAUCO: SU PRUEBA DE FUEGO

26 de diciembre de 2001. El presidente Ricardo Lagos anunciaba una completa renovación de intendentes y gobernadores a lo largo del país. El nombramiento de Peñailillo, presidente de las juventudes PPD, al mando de la provincia de Arauco, hizo noticia por dos razones: la primera, que con 28 años recién cumplidos era el gobernador más joven designado a la fecha. La segunda, según publicó  la prensa de la época, que su nombre generó los reparos del diputado DC Jorge Burgos (hoy ministro de Defensa), quien hizo saber sus aprensiones al gobierno por la dura campaña que realizó Peñailillo contra él ese año como jefe de comando de Igor Garafulic en el distrito de Providencia.  Fue Francisco Vidal, jefe de Peñailillo en la Subdere, quien salió a defenderlo para que lo mantuvieran en el cargo.

En sus tres años como gobernador le tocó la tarea de enfrentar una de las épocas más violentas de recrudecimiento del conflicto mapuche en la zona. La recién creada Coordinadora Arauco Malleco (CAM) quería demostrar su poderío con una seguidilla de atentados incendiarios. La estrategia de Peñailillo fue hacerse parte en las causas, presentando al menos 11 querellas. Los delitos más graves fueron el ataque del 15 de abril de 2002 a dos camiones forestales, que hicieron perder un ojo al chofer de uno de ellos, Antonio Bosier. Peñailillo presentó una querella por homicidio frustrado, la que más tarde amplió invocando la Ley Antiterrorista. Por este caso detuvieron al líder de la CAM, Héctor Llaitul.

También se registraron varios atentados incendiarios a la Hacienda Lleu Lleu, que le significaron una fuerte disputa con el dueño del recinto, Osvaldo Carvajal. Ocurrió en mayo de 2002 cuando, pese a que el fundo tenía custodia policial, el nuevo gobernador declaró a la prensa  que “la seguridad de los bienes personales no sólo corresponde a las policías, sino que también es una decisión personal que deben tomar los propietarios”. Tras la polémica frase, los diarios del Sur titularon: “Gobernador de Arauco llama a autodefenderse” y Carvajal lo acusó de instalar el far west en la zona. Fue el subsecretario de Interior, Jorge Correa Sutil, quien debió desde Santiago salir a rectificar los dichos del gobernador. Carvajal, quien por estos días mandó un mail a sus correligionarios de RN recordando ese episodio, critica a Peñailillo por su reciente anuncio de que el gobierno no volverá a aplicar la Ley Antiterrorista, y dice que el actual ministro siempre minimizó los casos de violencia diciendo que eran episodios aislados y puntuales y no necesariamente vinculados a demandas mapuches.

Durante su gestión, Peñailillo fue reconocido por establecer mesas de trabajo y diálogo con comunidades indígenas y conseguirles millonarios fondos del gobierno para proyectos de desarrollo y turismo. De hecho, aunque los parlamentarios DC de la época pusieron en entredicho su gestión criticando la cesantía y abandono de lugares como Lebu, el gobernador fue defendido por Francisco Vidal y Camilo Escalona -entonces diputado por Arauco-, el primero destacando las inversiones y programas de la provincia, y el segundo afirmando que “esas angustias existenciales le vienen a la DC por su baja votación en Lebu”.

Aunque el nombre de Peñailillo fue sondeado con insistencia para competir a diputado por la zona, finalmente Vidal y Escalona lo promovieron para que renunciara a la Gobernación en enero de 2005 y asumiera como jefe de campaña en la primera elección de Bachelet.



3. DIRIGENTE ESTUDIANTIL: SU DEBUT POLÍTICO

12 de junio de 1997. Megáfono en mano, empapado por la fuerte lluvia que caía en Concepción y con gallitos en la voz al hablar, el estudiante de Ingeniería Comercial Rodrigo Peñailillo, de 23 años, lideraba su primera marcha universitaria por el centro de la ciudad.  “Hacemos un llamado al gobierno desde la VIII Región para que cubran los déficits de crédito a las universidades. No es posible que cuando hablamos  de igualdad de oportunidades sigan los compañeros retirándose o sin poder acceder a la educación superior por temas de financiamiento”,  declaraba.

Era su segundo periodo al mando de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Bío-Bío, en momentos que comenzaba a estallar el movimiento estudiantil a lo largo de todo el país. Ese año, por primera vez desde el retorno a la democracia, las federaciones estudiantiles recuperaron fuerza, se rearticuló la Confech, que agrupa a los estudiantes de las universidades tradicionales, y millares de alumnos salían a la calle a protestar en contra de la ley marco de universidades que promovía el gobierno de Eduardo Frei.  Pero eran otros tiempos y otras demandas: Si hoy a partir de las movilizaciones de 2011 quedó instalado el concepto de gratuidad universal, el petitorio de entonces apuntaba solamente a una inyección de recursos para paliar las deudas del fondo solidario de financiamiento.

Pese a que la Universidad del Bío-Bío es más pequeña que la Universidad de Concepción, Peñailillo, quien militaba en las juventudes PPD desde los 17 años, se convirtió en un referente local en materia estudiantil y en el vocero más solicitado por la prensa y televisión regional. Fue él quien logró articular a las cuatro universidades de la zona en una nueva marcha de 3 mil estudiantes, confrontó al intendente Martín Zilic y fue designado representante de las universidades del Sur  frente en la Confech. Según recuerda el ex presidente estudiantil de la Universidad de Talca, Claudio Reyes, Peñailillo encabezó una masiva movilización a Santiago para protestar contra el ministro de Educación, José Pablo Arellano. Las marchas, tomas y huelgas de hambre se replicaban en todo Chile y el ambiente comenzó a caldearse.

El punto de quiebre del movimiento estudiantil ocurrió a mediados de julio, con un duro enfrentamiento entre Peñailillo y Rodrigo Roco, entonces militante del Partido Comunista y presidente de la FECH. El actual ministro del Interior creó la Confesur, que agrupaba a 9 universidades desde Talca al sur, con demandas propias e integrada principalmente por los presidentes de federaciones que eran militantes de la Concertación. “Nosotros entendíamos que ésta era una maratón por etapas, en cambio, el PC quería profundizar el conflicto y no querían llegar a ningún acuerdo”, señala Reyes. 

Aprovechando la división, el ministerio consiguió que los dirigentes estudiantiles de la Confech acordaran un protocolo de acuerdo para bajar las tomas, con una oferta menor a los montos solicitados inicialmente. El acuerdo fue desahuciado al día siguiente por Roco, a quien Peñailillo acusó indignado de “responder más a los intereses del Partido Comunista que a los estudiantes que dice representar”. Mientras que Roco calificaba a la Confesur de blanda, “ellos tienen la voluntad de decir a todo que sí, aunque el gobierno esté pasando la aplanadora”, decía. La crisis de la Confech terminó por fulminar al movimiento.

Hoy Roco, ya no milita en el PC, y como nuevo asesor del Ministerio de Educación, esta vez coincide con Peñailillo en el gobierno. No se sabe si ambos han tenido un encuentro para hacer las paces.

Peñailillo en tres tiempos

METODOLOGÍA: datos de Plaza Pública Cadem hechos en exclusiva para Qué Pasa. Las encuestas se realizaron el 27 de febrero y el 21 de marzo. Ambas son 700 casos. 500 entrevistas fueron aplicadas telefónicamente y 200 cara a cara en puntos de afluencia. El universo fue de chilenos, hombres y mujeres mayores de 18 años, habitantes de las 73 comunas urbanas con más de 50 mil personas, que representan el 70,9% del total país. El error es de +/- 3,7 puntos porcentuales al 95% de confianza, para cada una de las mediciones señaladas.

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