Por Juan Andrés Quezada Marzo 7, 2013

A inicios de marzo Rodrigo Peñailillo aterrizó en Chile en un vuelo proveniente de Nueva York. Aunque sus cercanos en el PPD y el PS creían que estaba de visita en Coronel, su tierra natal, y que por eso no contestaba el celular, lo cierto es que el ex jefe de gabinete de Michelle Bachelet -y su hombre de mayor confianza- figuraba en pleno Manhattan coordinando los preparativos del desembarco de la próxima candidata presidencial.

Allí, el ingeniero comercial expuso a Bachelet los avances del pequeño equipo de trabajo que ha estado elaborando durante los últimos meses en estricta reserva la operación retorno de la ex mandataria. El modus operandi de este petit comité, son reuniones cada 10 días en distintas casas particulares, ya que se  desechó la posibilidad de realizarlas en la Fundación Dialoga para que no se filtraran a la prensa y porque la entidad bacheletista no puede, por estatutos, ser ocupada como comando electoral, ya que recibe financiamiento estatal.

De hecho una de las misiones urgentes es encontrar y arrendar una nueva sede para que se instalen las oficinas de la ex presidenta y de su equipo de campaña. El grupo ya está analizando un sistema ciudadano de recolección de fondos similar al que emplean los candidatos presidenciales en Estados Unidos. El tema está  a cargo de Giorgio Martelli, quien trabajó como administrador electoral del comando de Bachelet el 2005. Pero el financiamiento no es un problema para la secretaria general de ONU Mujeres, cuyo regreso a La Moneda es visto con buenos ojos en parte del mundo empresarial. En diciembre, durante una de sus últimas visitas a Santiago -y pese a que dijo que era un viaje estrictamente familiar-, Bachelet se reunió a comer con un grupo de empresarios cercanos.

Sobre la puesta en escena de su anuncio de marzo -que  realizará en Chile después del viernes 15- el modelo tentativo que se maneja es una ronda de entrevistas con todos los canales de televisión y  los dos principales diarios del país. La misma fórmula que empleó el 2010 cuando dejó Santiago para asumir su cargo de secretaria general de ONU Mujeres.

Esta semana se reactivó el trabajo de Dialoga. La entidad por primera vez en varios meses mandó comunicados de prensa sobre las actividades de Bachelet en Nueva York. En el bacheletismo explican que a la fecha están cancelados los almuerzos de los lunes de la fundación con invitados políticos y que el trabajo está reducido a un grupo de colaboradores de Peñailillo de su círculo en el PPD, entre ellos Gabriel Sepúlveda y Orlando Morales.

En el terreno programático la estrategia es clara: recibir y alentar todas las propuestas de la oposición. Los think tanks de los partidos de la Concertación ya entregaron sus respectivos documentos a Peñailillo, quien deberá consolidarlos. En la oposición indican que su discurso central Bachelet lo dará cuando sea proclamada, a mediados de abril, por el PS y el PPD -el plan contempla ser nombrada candidata en sendas reuniones de los comités centrales y luego una proclamación conjunta- en donde se darían los lineamientos clave de su campaña como educación pública de calidad y mejoramiento de los servicios de salud, bajo los conceptos de igualdad e inclusión como ideas fuerza. El tema de la asamblea constituyente sería descartado de plano por la candidata.

En el bacheletismo señalan que uno de sus objetivos será bajar las altas expectativas que existen en torno a su segundo mandato y una de las alternativas es organizar más adelante un gran cónclave programático -que incluya a todos los sectores políticos y ciudadanos- para dar una señal de participación. El hijo mayor de la ex presidenta señaló la semana pasada en una entrevista a Qué Pasa que “si es candidata, me gustaría que fuese apoyada por un bloque lo más amplio posible, donde tuviesen voz la mayor cantidad de partidos, ONGs y movimientos sociales”. Sin embargo, entre los analistas cercanos al PS -PPD sostienen que la clara ventaja en las encuestas hará de esta una campaña particular: “los candidatos presidenciales tienen que mostrar equipos para dar seguridad a los electores y, en el caso de Bachelet, ella es quien da la seguridad”, señalan en el entorno bacheletista, apostando a que la ex mandataria aterrizará en Chile con un equipo pequeño. “Nuestra campaña es la anti-campaña, es decir, nuestro problema no es sumar a gente como el resto de los candidatos, al contrario, no incorporar a más personas por el momento”, agrega otro personero.

 

El nuevo bacheletismo

Entre los contados nombres que circulan en el entorno de Bachelet y que tienen acceso directo a ella hay uno conocido: se trata del ex jefe del segundo piso de Ricardo Lagos, Ernesto Ottone. Según señalan en el bacheletismo, el sociólogo y Doctor en Ciencias Políticas logró ganarse la confianza de la secretaria general de ONU Mujeres y ambos suelen conversar, aunque no de materias operativas ni de planes políticos, sino en el terreno de las ideas, políticas públicas y definiciones que hoy requiere el país. Durante la primera etapa del gobierno de Bachelet, cuando enfrentaba problemas de equipos y diseño, en La Moneda se comentaba que a la entonces presidenta “le faltaba un Ottone”, en relación al rol estratégico que él desempeñó con Lagos. Pero la ex mandataria era partidaria de mantener un grupo de asesores técnicos de bajo perfil -como Peñailillo y María Angélica Álvarez- que no generaran contiendas de poder con los ministros. Sólo en la última etapa de su mandato Bachelet comenzó a trabajar con Ottone, quien cumplía un rol de consejero informal, sin oficina en el palacio, aunque no era extraño que acudiera a la sede de gobierno para reunirse con la Presidenta. Al dejar La Moneda, Bachelet siguió estrechando contacto con Ottone  e incluso lo nombró miembro del directorio de la Fundación Dialoga en calidad de secretario. Así el histórico laguista pasó a formar parte núcleo del bacheletismo, aunque en el entorno de la secretaria general de ONU Mujeres consideran improbable que cumpla un rol en un eventual gobierno, ya que está dedicado a la vida académica.

De quien sí todos apuestan estará en el equipo de Bachelet es el ex director de Presupuestos de su gobierno, Alberto Arenas. El economista PS de 47 años ya ha enviado varios papers a la ex presidenta con propuestas en temas económicos. Tan confiados están en la oposición de un triunfo que algunos no descartan que se gané en primera vuelta. Incluso algunos partidos ya piensan en ministerios. El PC pedirá con fuerza a Trabajo. En el bacheletismo coinciden que su gabinete será una combinación de rostros nuevos y políticos con experiencia. Por ejemplo, de perder ante Soledad Alvear por la circunscripción Santiago Oriente, Carlos Montes sería una de las cartas para Educación o Vivienda, así como Ernesto Ottone Ramírez -hijo del sociólogo- se menciona en el mundo de la cultura para esa cartera.

Otros personeros tendrán un rol en la candidatura, peropodrían mantenerse en segundo plano. Así es como el senador Camilo Escalona  ya lanzó en varias ciudades la campaña “yo apoyo a Bachelet”, Francisco Vidal colaborará con el equipo programático, y María Angélica Álvarez  -coordinadora de Dialoga- inscribió el pasado 7 de febrero a nombre de Dialoga los dominios www.michelle.cl y www.michellebachelet.cl. Quien ha estado más visible es la amiga de la ex presidenta, Estela Ortiz, quien podría desempeñar un papel de vínculo con el PC.

 

Polémicas en NY

La despedida de ONU Mujeres debía ser por todo lo alto y así se diseñó. Bachelet  inauguró el 4 de marzo la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, el principal foro mundial de asuntos de género y que se extenderá hasta el viernes 15.  Sólo esta semana la ex presidenta ha intervenido en 16 eventos públicos -la mayoría transmitidos en directo por webcam- y aunque en la primera conferencia de prensa aclaró que sobre Chile “voy a hablar más adelante, en mi país”, sus declaraciones en otros temas generaron controversia  estos días en Nueva York.

La ex presidenta fue enfática en señalar que no quería que esta conmemoración del Día Internacional de la Mujer pasara sólo “como un año más”, y el lunes en entrevista a The Guardian afirmó que “ninguna cultura o religión” debe impedir que se promulguen leyes para erradicar la violencia contra las mujeres. Sus palabras reflejaban el debate que hoy se vive en los pasillos de Naciones Unidas: el plan de Bachelet al mando de ONU Mujeres es sacar el día 15 un documento oficial sobre los derechos de las mujeres, suscrito por todos los países, donde se indique expresamente que las religiones, la cultura y la tradición no deben ser obstáculos para poner fin a la violencia de género. El documento ha sido rechazado por estados como Irán, Rusia y El Vaticano, que en reuniones previas han gestionado que se baje el tenor del texto.  Grupos pro vida alegan que los reparos al documento no son por sus referencias a la violencia sino por las menciones a los derechos sexuales y reproductivos que promoverían legislaciones en favor del aborto.

Bachelet no quiere que se repita la situación de 2003, cuando en el mismo foro países como Irán, Sudán y Egipto bloquearon un documento similar donde se hablaba de religión y de derechos sexuales. Durante sus intervenciones ha lanzado frases como “no culpen a los preservativos de la promiscuidad, la salud sexual promueve relaciones sanas” o “no entiendo cómo puedo tener derecho a votar y a ser presidenta, pero no tengo derecho sobre mi propio cuerpo”. 

La polémica llegó hasta Chile donde el candidato presidencial de la DC, Claudio Orrego, le respondió a la ex mandataria en inglés y a través de Twitter: “sería interesante saber qué entiende Bachelet por derechos sobre mi propio cuerpo”, en indirecta referencia al aborto. Y aunque se trató del primer conato de campaña de dos de los nombres que se enfrentarán en las primarias presidenciales de junio, tanto en el entorno de Bachelet como en el de Orrego señalan que la competencia entre ambos será limpia. En el bacheletismo sostienen que a la ex presidenta le conviene enfrentar a una figura como el ex alcalde, ya que los profesionales jóvenes que está perfilando el comando de Orrego pasarán luego a reforzar y entregar diversidad a las filas de la candidata. En enero, cuando surgían versiones de que Andrés Velasco o José Antonio Gómez podrían saltarse las primarias para llegar directamente a las elecciones  de noviembre, la gente de Orrego tranquilizó a los asesores de Bachelet explicando que él competiría sí o sí en primarias, lo que daría legitimidad a la proclamación de la ex mandataria.

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