Por Juan Andrés Quezada Julio 21, 2011

Lunes, 20.30. En Teatinos 120, dos hombres conversan animadamente. Siete horas antes, ambos habían intercambiado roles: Hernán de Solminihac había pasado del Ministerio de Obras Públicas a Minería, y Laurence Golborne hacía el camino inverso.

- Ministro, las puertas de Moneda 59 estarán siempre abiertas para lo que necesite- le señaló Golborne a De Solminihac, aludiendo a la sede del MOP.

El nuevo jefe de Minería dudó un instante y lo corrigió.

- Laurence, la dirección del MOP es Morandé 59- respondió De Solminihac.

E inmediatamente le dijo a Golborne sonriendo:

- La Moneda va a ser después.

En el oficialismo no hay dos lecturas: el cambio de gabinete tuvo un ganador inesperado. Hasta el viernes 15, las especulaciones apuntaban a que Golborne se mantendría como biministro de Minería y Energía, o bien sería movido por Sebastián Piñera a una cartera más compleja como Educación o la vocería de gobierno. Golborne habría declinado ambos ofrecimientos.

Pero el presidente desahució esa idea tras una conversación a mediados de la semana pasada con el presidente de RN, Carlos Larraín. El senador fue claro: le dijo que exponer a figuras con proyección presidencial era un error garrafal. Y argumentó con el caso del nombramiento de Golborne en Energía en enero, que lo obligó a enfrentarse a las protestas por HidroAysén. "No podemos repetir eso. Sería dispararnos en el pie", le planteó a Piñera.

El ejemplo llamó la atención, porque pese a que el ministro no tiene militancia, es más cercano a la UDI. Y que el presidente del partido rival lo defendiera fue un punto que tomó en cuenta el presidente, considerando que Juan Antonio Coloma había hecho el mismo planteamiento. A ello se sumó que ministros como Cristián Larroulet y Evelyn Matthei marcaron la misma postura.

Fue así como se terminó de afinar el "plan B": llevar a Golborne al ministerio con el mayor presupuesto de Chile. Un gesto que es reconocido en el círculo íntimo del ministro. El comentario frecuente ha sido: "Si el gobierno fuera una empresa, a Laurence lo ascendieron".

El nuevo inquilino

Una cosa es indesmentible: desde el lunes, Golborne está más cerca de La Moneda. El MOP está ubicado justo al costado del palacio. El edificio es una muestra de la importancia de la cartera. Doce pisos albergan las ocho divisiones que coordinan a cerca de 8.600 funcionarios. De ellos, el principal "ejército" es la Dirección de Vialidad, que cuenta con 4.000 empleados. Como referencia, entre Minería y Energía, que Golborne encabezó por seis meses, ocupaban apenas dos plantas en Teatinos 120.

Otro ejemplo:  mientras Golborne invirtió cerca de dos horas para hacerle la inducción a De Solminihac en Minería el martes, al día siguiente la cita para conocer los detalles del MOP se extendió por más de cuatro horas.

Como jefe del MOP, Golborne ocupará por derecho propio el puesto de presidente del Comité Interministerial de Reconstrucción. En Palacio dicen que la idea es que él se "empodere" y juegue un rol de coordinador, haciendo visitas a terreno a las zonas afectadas y supervisando los avances.

El nuevo ministro no se perdió detalle de las exposiciones, comandadas por la subsecretaria Loreto Silva. Golborne tomó apuntes en su bloc de notas con hojas de color amarillo y en su iPad, e intervino constantemente para hacer preguntas. Incluso, en medio de la reunión, abrió dos bolsas de "sustancias", su golosina favorita, que recibió como regalo de cumpleaños hace dos semanas.

Su estilo cercano ya se ha hecho famoso en el MOP. Una de primeras sorpresas la dio apenas llegó, al subir al ascensor que lo lleva a su oficina. Ante el asombro de los presentes, Golborne saludó afectuosamente al operario del aparato. "Es mi primo", dijo, destacando que compartían el segundo apellido: Riveros.

Lo que es seguro es que se llevará a su equipo de colaboradores directos: su jefa de gabinete, Luz Granier, quien es su "mano derecha" desde la época en que era gerente en Gener; el encargado de estudios en Minería, Juan Pablo Koljatic; el jefe del área jurídica, Franco Devillaine, y el equipo de prensa, encabezado por Carolina Lathrop. Otro asesor clave y nexo con la UDI es Juan Antonio Coloma Álamos, hijo del jefe del partido.

En la "pole position"

En La Moneda recuerdan un episodio que tuvo de protagonista a Golborne. En noviembre del año pasado, durante una escala en Tahití por un viaje a Asia, la comitiva se vio sorprendida por la fama que tenía el ministro. Los tahitianos lo reconocían y se sacaban fotos con él. Todo gracias al rescate de los 33 mineros.

Esa tarde, en el salón vip del aeropuerto isleño, Piñera abordó el tema de la sucesión presidencial. Ante un grupo de empresarios y periodistas, reveló por primera vez su estrategia para el 2013. "Mi idea es que corran todos los candidatos, que son muchos, y copar con ellos los primeros lugares de las encuestas", dijo.

"Pero aparte de Golborne, Hinzpeter y Lavín, presidente, no hay más candidatos", le plantearon. "Mire el Senado. Eso no más les digo", respondió Piñera. En ese tiempo, aún permanecían en la Cámara Alta Andrés Allamand, Evelyn Matthei y Pablo Longueira.

El vocero  Andrés Chadwick ha mencionado en sus primeras entrevistas siete posibles cartas de la Alianza para 2013: los seis anteriores más Felipe Bulnes. Todos tienen un alto perfil comunicacional, e integrarán -junto a Chadwick y Larroulet- la nueva instancia que Piñera creará de forma paralela al comité político.

Pero en los partidos y el gobierno hay coincidencia en que, en estos momentos, Golborne está en la "pole position". Es la única figura competitiva ante una candidatura de Michelle Bachelet.

Por eso, dicen en la Alianza y en la Concertación, el MOP tiene todos los elementos para ser una buena plataforma política. De hecho, dos presidentes han pasado antes por esa cartera: Eduardo Frei Montalva y Ricardo Lagos.

"Eduardo Frei Ruiz-Tagle  dio prioridad a Obras Públicas,  invirtió mucho e hizo grandes obras. Eso y la buena gestión permitieron que Ricardo Lagos se catapultara como candidato. Para que ocurra lo mismo se necesita que el gobierno impulse el sector", dice Clemente Pérez (DC), ex subsecretario del MOP y presidente de Copsa, la asociación de empresas concesionarias.

Candidato en construcción

El listado

Una "máquina aceitada". Así se define al interior de la administración pública al MOP. Hay ocho divisiones que coordinan sus temas con un alto grado de autonomía. Las más importantes son la Dirección de Obras Públicas, la de Arquitectura, la de Aguas y Vialidad.

Otro punto neurálgico es la Coordinación de Concesiones. Piñera en su discurso -tras el ajuste ministerial- señaló que el MOP maneja recursos porUS$ 8 mil millones  en concesiones y US$ 6 mil millones de presupuesto en infraestructura, aunque con iniciativas a largo plazo.

El ministerio ejecuta proyectos de tres formas: directamente, a través de concesiones o bien mandatado por otra repartición. Esto genera un fenómeno particular: el MOP tiene injerencia en prácticamente todos los temas del aparato público. Por ejemplo, en salud está la inauguración de hospitales; en delincuencia, la construcción de cárceles concesionadas; en deportes, los nuevos estadios proyectados por el IND, pero ejecutados por Obras Públicas. Una especie de "supraministerio" que le permite a su titular involucrarse en distintos temas a partir de su cartera. Y algo ideal -comentan en el oficialismo- para un ministro con posibilidades de ser candidato.

De hecho,De Solminihac le entregó a Golborne una lista que indica plazos en avances de obras emblemáticas de aquí a fin de año. Entre ellas, la inauguración del puente Cau Cau en Valdivia, las obras del aeropuerto Mataveri en Isla de Pascua, el estadio regional de Copiapó y la implementación del TAG interurbano.

Pero, además, como jefe del MOP, Golborne ocupará por derecho propio el cargo de presidente del Comité Interministerial de Reconstrucción. En Palacio dicen que la idea es que él se "empodere" y juegue un rol de coordinador, haciendo visitas a las zonas afectadas y supervisando los avances. Pero en OO.PP. señalan que estudiarán los alcances del cargo antes de ver los pasos a seguir.

La ruta de las obras

En el MOP dicen que uno de los primeros puntos que deberá aprender Golborne es lo que se llama "la ruta de las obras". "Una obra tiene al menos seis etapas: cuando se anuncia, la primera piedra, la visita de inspección, los tijerales en caso de ser una construcción pública, la puesta en servicio y la inauguración. Y todas son buenas oportunidades para lucirse", comenta un alto funcionario.

Por eso, uno de los sellos del MOP es la presencia en terreno del ministro. Sergio Bitar, quien ocupó esa cartera en el gobierno anterior, dejaba dos días a la semana para ir a regiones. De Solminihac dedicaba toda la semana distrital para viajar fuera de Santiago. Las actividades suelen acaparar la pauta de los medios locales.

Golborne seguirá con ese estilo. "Hay que estar en terreno. Es un ministerio importante para todos los chilenos, hay que estar con ellos y entender cada uno de los proyectos que se están desarrollando", dijo a Qué Pasa.

En el gobierno comentan que el ministro tendrá una oportunidad "de oro" para tejer redes políticas, ya que las inauguraciones suelen ser los eventos preferidos de  parlamentarios y alcaldes.

Los problemas que puede enfrentar vienen por el lado de los recursos. Golborne deberá lidiar con la Dirección de Presupuestos y con el modelo de rentabilidad social de Mideplan, que establece parámetros por los cuales se les da prioridad a determinados planes, y que puede frenar proyectos emblemáticos. En esta última instancia deberá negociar con Lavín, otro de los ministros "presidenciables". Y deberá enfrentar la inquietud que existe en las concesionarias por lo que ven como un lento avance del proceso de licitaciones.

El MOP ejecuta proyectos de tres formas: directamente, a través de concesiones o bien mandatado por otra repartición. Esto genera un fenómeno particular: tiene injerencia en prácticamente todos los temas del aparato público, como salud, delincuencia y deportes.

Otra de sus complicaciones es su vínculo con Horst Paulmann, su ex jefe y quien construye el  Costanera Center. Pero el mismo Golborne reconoció que tuvo una ayuda inesperada: dos semanas antes del cambio, De Solminihac cerró un acuerdo por la mitigación vial del proyecto.

Por ahora, el ministro está centrado en aprender la mecánica de la cartera. Se tomará 15 días para revisar, paso por paso, el funcionamiento del MOP, tal como hizo con Minería y Energía. Además, tiene contemplado participar en varias de las actividades por la conmemoración del accidente y rescate de los 33 mineros en la mina San José, durante agosto, lo que lo mantendrá en primera plana. Ya está acordado que él encabezará, junto a Piñera, el acto oficial, en la iglesia de la Candelaria en Copiapó y volverá a jugar fútbol con los mineros en el Nacional. Además, la Secom está a punto de terminar un video con imágenes del rescate, donde Golborne es el protagonista, para el medio nacional e internacional que lo requiera.

Y si bien ha insistido que no es candidato, en el mundo político dicen que quebró un código tradicional al declararse capacitado para ser presidente. "No tengo ninguna duda. Me siento capaz. La pregunta es si quiero pasar por todo eso", dijo hace dos miércoles al periodista Freddy Stock en el programa "Hasta agotar Stock".

En el entorno del ministro saben que los plazos son cortos. En octubre de 2012 es la elección municipal. Y ahí, la presión para que se defina sobre su carrera a La Moneda vendrá desde la oposición y la Alianza.  En todo caso, creen que  ya superó una prueba crucial: afrontar una crisis, como fue la de HidroAysén, y mantener su capital político casi intacto. Y recuerdan que en noviembre pasado en Japón, cuando el senador RN Alberto Espina hizo las primeras críticas públicas por su perfil de presidenciable, Golborne hizo el siguiente comentario: "Yo no sé mucho de política, pero sí mucho de marketing y gestión. Y en marketing, hay un concepto que apunta a cuando una marca ha logrado un nivel en que nadie le puede hacer daño". El ministro puso como ejemplo a Coca-Cola y Apple. "A una persona que usa Apple le pueden decir cualquier cosa, pero seguirá usando Apple", dijo. Y agregó dos marcas políticas chilenas: Bachelet y Golborne.

Un paseo por La Moneda

Son las 16:45 del martes 19 y Golborne recorre a pie el camino que separa a Minería y el MOP. El paso obligado es por La Moneda. Mientras transita por afuera del Palacio, los carabineros se cuadran ante él. Golborne sonríe, y sigue su camino. En la calle, le sacan fotos con el celular y lo felicitan por el nombramiento. Allí, Golborne se da unos minutos para conversar.

-  ¿Cómo queda de cara a la carrera presidencial?

- Se trata de un tema de voluntades. Creo que en la centroderecha hay personas que tienen grandes capacidades, la voluntad y el interés para avanzar en una línea política que en su minuto se abrirá. Hoy cada uno de los ministros estamos abocados simplemente a ser el mejor ministro que el presidente pudo haber nominado.

- ¿Siente desventaja al competir con políticos con ganas de ser presidente, como Allamand y Hinzpeter?

- Mire, el tema es muy simple: yo no compito con nadie, no estoy en competencia. Me llevo muy bien con cada uno de mis colegas. He tenido apoyo de cada uno de ellos en el minuto en que lo he necesitado.

- ¿Y siente que lo blindaron al designarlo en el MOP?

Golborne se toma un momento, sonríe y sentencia:

- No. Mire, yo me he cuidado solo desde chiquitito.

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