Ésta es una invitación a pensar colectivamente. Ojalá estas ideas sirvan para iniciar un debate. Por eso decimos que éste es un documento en proceso de discusión, para pensarlo y debatirlo con todos y cada uno de los chilenos y chilenas. Una discusión a la cual por cierto están todos invitados a participar para construir, entre todos, un país mejor.
En los próximos 10 ó 12 años, Chile será un país desarrollado, si entendemos por "país desarrollado" el que ha alcanzado un ingreso por habitante de 20 mil dólares por año. Pero no confundamos crecimiento económico con desarrollo: tenemos que definir hoy qué tipo de sociedad queremos construir en Chile durante los próximos 20 años y abordar, ahora, los cambios necesarios para sentar las bases de ese futuro.
Hoy vemos que en los 30 países más ricos el crecimiento de la economía ya no implica, necesariamente, una mejora en los indicadores sociales, de salud o educación. La relación directa entre crecimiento económico y mejoramiento en los indicadores sociales es nítida en las primeras etapas de desarrollo, pero una vez que se alcanza el límite de 20 mil dólares de ingreso anual por habitante, lo central pasa a ser la distribución del ingreso para explicar los avances y retrocesos de los países ricos.
Un nuevo pacto fiscal es indispensable para mejorar la distribución del ingreso y aumentar los ingresos del Estado.
Es indispensable definir qué forma queremos que adopte nuestra sociedad. El nivel de cohesión social tiene que ver con una sociedad más igualitaria, para ello Chile tendrá que enfrentar al menos 7 desafíos en los próximos 20 años:
1. Democracia 2.0
Es necesario cambiar las reglas de nuestro sistema electoral, porque el sistema binominal erosiona las bases de la democracia. Debemos establecer la inscripción automática y el voto obligatorio, por cuanto el derecho a votar supone, también, el deber de ejercer la ciudadanía.
En la democracia 2.0 las nuevas plataformas tecnológicas y comunicacionales dan paso a una nueva forma de hacer política. Gobiernos y partidos, ciudadanos y militantes podrán intercambiar opiniones y consultarse cotidianamente.
2. De la gradualidad a la revolución en educación
En un país cohesionado, el sistema educacional asegura igualdad de oportunidades.
Hay que mejorar el papel y el estatus de los profesores, también el tipo de enseñanza que se entrega. Chile enfrenta la necesidad de introducir cambios profundos para revertir la caída de la educación pública. En el mundo del conocimiento se debe aprender permanentemente. Por ello la educación del trabajador será un elemento distintivo para crecer humanamente.
3. Avanzar a una sociedad de garantías y obligaciones
Una sociedad de garantías establece un límite de calidad de vida bajo el cual ninguna persona debería vivir.
El plan AUGE es el camino de construcción gradual de garantías en el campo de la salud, pero la pregunta relevante es la siguiente: ¿cómo diseñamos un camino de construcción gradual de garantías en el ámbito de la vivienda, de la justicia, de las pensiones, de la educación, incluso del sistema penitenciario?
4. Chile nodo y las mejores ciudades para vivir
El motor del desarrollo mundial se ha desplazado a Asia y China. Chile debe ser el país donde se instale el gran puerto del Pacífico en el sur de Sudamérica. La enorme red de acuerdos comerciales que hemos suscrito es un capital muy importante en esta tarea. Es clave mejorar conectividad, infraestructura y servicios financieros.
Se deben generar las condiciones para tener las mejores ciudades en la región. Esto implica generar condiciones de participación ciudadana para definir su organización y mayor autonomía.
5. La población como motor del desarrollo
La tasa de fecundidad en Chile, del orden de 1,9, significa que el aumento de la población es negativo, a menos que la inmigración compense esa caída. ¿Estamos en condiciones de establecer medidas para favorecer una mayor fecundidad?
La migración es un elemento positivo, aporta nuevos recursos humanos que participan del crecimiento chileno y se integran a una sociedad diversa y plural. Hay que pensar en una política migratoria que nos permita relacionarnos mejor con nuestros vecinos y que nos haga mirar de otro modo, más amplio y abierto, a los pueblos originarios.
6. Crecer quebrando la tendencia en la distribución de ingreso
Si Chile alcanzara los 18 mil dólares por habitante manteniendo la distribución del ingreso actual, el ingreso del quintil más pobre sería de 3.395 dólares, equivalente al ingreso medio del Congo; el ingreso del quintil más rico, en tanto, sería de 60.987 dólares: el tercer país más rico del mundo, sólo por debajo de Qatar y Luxemburgo.
¿Podemos hablar de cohesión social en un país con semejantes niveles de desigualdad?
No hay países desarrollados que tengan un nivel de presión tributaria sobre el producto del orden del 18% o 23%. No hay países desarrollados en donde el impuesto a las utilidades de las empresas se calcule sobre la base de utilidades retiradas y no sobre las utilidades devengadas. Una mejor economía para crecer implica, al menos, otras 3 tareas:
a) Más y mejor trabajo decente, reduciendo la brecha de productividad entre sectores de la economía y entre empresas de distinto tamaño.
b) Agregar valor a las exportaciones a través de la innovación e inversión en ciencia y tecnología.
c) Abordar, en un emprendimiento público-privado, las áreas de actividad económica que deben privilegiarse a partir de las ventajas comparativas de Chile.
7. Chile, potencia en energías renovables
Chile tiene hoy la electricidad más cara de América Latina, lo cual afecta la competitividad. Debemos estar a la vanguardia de la lucha contra el calentamiento global, disminuyendo las emisiones de carbono. Es preciso avanzar en energías renovables no convencionales. También es preciso sincerar las posibilidades de aumentar la utilización de recursos hídricos de una manera adecuada.
Se debe mejorar la eficiencia energética. Debemos generar incentivos para aumentar la generación proveniente de fuentes energéticas renovables no convencionales como el viento o el sol. Aquí es donde la mano debe ser visible y la mano del Estado, junto a los privados, definirá al Chile del futuro. La huella de carbono estará en el centro del debate y del comercio, y va a ser la carta de presentación de todas las exportaciones.
*Extracto del documento "Chile 2030: Siete desafíos estratégicos y un imperativo de equidad", disponible en su totalidad en elquintopoder.cl