Por Claudia Farfán M. Septiembre 17, 2010

Tres años ha dedicado Cristián Pérez a estudiar al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). En ese lapso viajó a Cuba, Argentina y otros lugares de Latinoamérica para recoger el testimonio inédito de ex comandantes que aún viven en el anonimato. Horas de entrevistas le han permitido escribir una de las historias más completas del movimiento armado que se creó al alero del PC chileno y del gobierno de Fidel Castro.

Esos relatos estarán presentes en el libro que este historiador del Centro de Estudios Públicos (CEP) publicará a fin de año. Ahí reconstruirá la formación militar de este grupo que llegó a contar, según dice, con casi 200 "oficiales". Además, mostrará el rol que cumplieron sus principales líderes y la lógica que imperó en las acciones del Frente desde su fundación, en 1983.

Cristián Pérez puede hablar con propiedad en esta entrevista no sólo sobre el ocaso que vivió el FPMR tras resolver asesinar al senador Jaime Guzmán, sino también de Mauricio Hernández Norambuena y de Galvarino Apablaza, los comandantes "Ramiro" y "Salvador". Las declaraciones del primero a Chilevisión provocaron la reapertura del caso Guzmán y, de paso, significaron un duro golpe para Apablaza: tras la entrevista, la Corte Suprema de Argentina dio curso esta semana al proceso de extradición del ex número 1 del Frente.

-A su juicio, ¿qué hecho marca el declive definitivo del FPMR?

-Su ocaso comienza  en 1987, cuando un grupo liderado por Raúl Pellegrín -el comandante José Miguel- y por Galvarino Apablaza se desvincula del Partido Comunista para formar el Frente Autónomo. Ahí perdieron mucha fuerza e infraestructura, porque se trataba de un número reducido de integrantes que seguían impulsando la vía armada. Bajo el contexto de lo que ellos denominan "Guerra Patriótica Nacional" es que se produce el asalto al cuartel Los Queñes, en octubre de 1988, donde muere Pellegrín y Cecilia Magni.

-¿Cuál fue el error de diagnóstico del Frente Autónomo?

-Su visión política era bastante irreal en esa época. Los comandantes no percibieron que las condiciones habían cambiado después del triunfo del NO en el Plebiscito. No dimensionaron que se quedaron sin sustento teórico desde el momento en que la dictadura es derrotada en las urnas. En mi opinión, la muerte de Pellegrín marca  el fin del FPMR. Todos los testimonios que conozco indican que él era el verdadero líder. Ahí comienza una suerte de desorden,  porque se desvincula gente, se pierden estructuras  y nadie sabe muy bien quiénes están en la dirección a partir de ese momento.

"La muerte de Raúl Pellegrín marca el fin del FPMR. Todos los testimonios que conozco indican que él era el verdadero líder. Ahí comienza una suerte de desorden, porque se desvincula gente, se pierden estructuras y nadie sabe muy bien quiénes están en la dirección a partir de ese momento".

-Se sabe que la persona que asume como jefe del FPMR es Apablaza. ¿Coincide usted con esa versión?

-Mi impresión es que sí. Por su preparación política y militar, era lógico que ocupara el lugar de Raúl Pellegrín. Además, tenía gran ascendiente sobre sus compañeros de armas, especialmente entre quienes combatieron en Nicaragua durante la guerra contra Somoza. Ahí Apablaza mostró toda la preparación y destreza que había adquirido durante su formación militar en Cuba. Con posterioridad, entre 1984 y 1985, desarrolla un fuerte liderazgo como encargado de formar las milicias populares del Partido Comunista en Chile.

-Ha trascendido que al asumir el gobierno de Aylwin se produce otra división al interior del Frente: entre quienes postulan insertarse en la vida política y quienes insisten en continuar con las acciones militares.

-Efectivamente, hay un grupo que plantea dejar las armas y otro que desea prolongar la estrategia de la Guerra Patriótica Nacional.

-¿En qué posición estaban los comandantes "Ramiro" y "Salvador" frente a esta disyuntiva?

-Es difícil hacer una aseveración drástica respecto de Apablaza, pero tiendo a pensar que él estaba en una posición bastante más moderada que "Ramiro". Por su trayectoria como ex militante de las Juventudes Comunistas, Apablaza tenía un criterio más político. Hernández Norambuena, en cambio, fue siempre un cuadro más operativo. Como jefe , él ordenaba operaciones, tras las cuales no siempre hubo un proceso de reflexión. Él era un tipo decidido, pero poco dado al razonamiento político. Algunos dicen que era demasiado "audaz". En todo caso, era respetado en el Frente, porque era visto como alguien coherente en sus acciones.

-Dado el conocimiento que tiene de los líderes del FPMR, ¿piensa que Galvarino Apablaza pudo dar la orden de matar al senador Jaime Guzmán?

-Mi impresión es que no, porque él era capaz de medir el impacto de una acción de esa gravedad. Él sabía que eso iba a complicar a la Concertación y , particularmente, las relaciones diplomáticas del gobierno cubano con Chile. Apablaza se caracterizó por respaldar las acciones armadas que tenían un objetivo político. Por ejemplo, a mediados de los años 80, avaló las operaciones de sabotaje a las torres de alta tensión para otorgar un contexto propicio a las jornadas de protesta. En 1986, además, participa en la internación de armas por Carrizal Bajo, cuyo propósito era desestabilizar a la dictadura.

-¿Cómo explica entonces que Apablaza diera una entrevista a "El Rodriguista", en diciembre de 1992, reconociendo la intervención del FPMR en la muerte del parlamentario de la UDI?

-Creo que actuó ante hechos consumados. Probablemente su intención era dar una señal de que el Frente seguía siendo una estructura organizada bajo su mando.

Biografía frentista

-Pero en su entrevista con Chilevisión, Hernández Norambuena da a entender que fue en la dirección nacional donde se resuelve el crimen.

-Él habla de una instancia colectiva; sin embargo, no precisa qué instancia colectiva pudo ser. Deja este tema en una nebulosa.

-¿Cree que el comandante Ramiro pudo tomar solo una decisión de esta envergadura?

-No estoy en condiciones de afirmar quién adoptó esa determinación. Sin embargo, hay un hecho bastante ilustrativo de la autonomía con que podía actuar la organización. En esa misma época, 1991, un médico de apellido Pérez (N. de la R.: Carlos Pérez Castro), que estuvo ligado a los servicios de seguridad del régimen militar, fue ultimado en rancagua por un grupo de ex frentistas denominados los "Superautónomos". Por lo que sé, ellos no recibieron ninguna instrucción de la jerarquía frentista para cometer esa acción. A principios de los 90, el FPMR no era lo que había sido en otra época, así que cualquier cosa pudo haber pasado.

-¿Cuál fue la lógica del FPMR para terminar con la vida del senador Guzmán?

-Pienso que ellos subvaloraban lo que era una democracia o un gobierno electo por voluntad popular. En ese contexto, se sintieron incómodos y siguieron aplicando una lógica de guerra.

El Frente y la Oficina

-Una de las revelaciones que hizo Hernández Norambuena se relaciona con la supuesta colaboración que prestaron algunos frentistas con la Oficina de Seguridad Pública. De acuerdo a lo que sabe, ¿hubo vasos comunicantes entre este movimiento y los organismos de seguridad del gobierno de Patricio Aylwin?

-Creo que Agdalín Valenzuela tuvo ese vínculo. Por las características de la operación en que cae el comandante "Ramiro", parece ser cierto que es Valenzuela quien lo entrega a la policía.

"Villanueva vuelve a salir de Chile en 1997, para radicarse primero en Cuba y luego en Venezuela. Es un poco difícil pensar que La Habana protegiese a alguien sobre quien existían fundadas sospechas de haber colaborado. Diría que era más bien un militante bastante confiable de la organización".

-La misma acusación hace Hernández Norambuena sobre Enrique Villanueva, a quien identifica como comandante del Frente y colaborador de la Oficina. ¿Qué visión  tiene usted de él?

-Lo que yo sé es que Villanueva fue suboficial de Aviación y que fue uno de los condenados en el  proceso que se siguió contra el general Alberto Bachelet después del golpe militar. Luego de permanecer en la cárcel sale al exilio y con posterioridad parte a  Nicaragua a formar la Fuerza Aérea Sandinista. A su regreso a Chile, se suma a las acciones del Frente Patriótico. Efectivamente, algunas de las personas con quienes he conversado me han dicho que llegó a ser comandante del FPMR.

-¿Villanueva trabajó para el organismo de seguridad que dirigía el actual diputado Marcelo Schilling?

-Entiendo que Villanueva vuelve a salir de Chile en 1997, para radicarse primero en Cuba y luego en Venezuela. Es un poco difícil pensar que La Habana protegiese a alguien sobre quien existían fundadas sospechas de haber colaborado. Además, en la isla tenían una buena referencia suya desde su estada en Nicaragua. Yo diría que era más bien un militante bastante confiable de la organización.

-¿A qué atribuye que Hernández Norambuena le endose esta responsabilidad?

-Me parece que está tratando de venir a cumplir su condena a Chile. No obstante, no puedo descartar que él tenga sus razones personales para acusarlo de ser un colaborador.

-¿Juan Gutiérrez Fischmann, el  "Chele", fue  informante de la Oficina?

-Lo que sé es que se habría casado con una hija de Raúl Castro, que sería un oficial del ejército cubano y que combatió en Nicaragua y parece que también en El Salvador. Además, según uno de los libros de Ricardo Palma Salamanca, en 1988 Gutiérrez encabeza una de las operaciones militares de la Guerra Patriótica Nacional. Reconozco que el "Chele" es un personaje ambiguo y que se mueve en un terreno pantanoso. Pese a eso, mi impresión es que pudo ayudar al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Chile. Me parece lógico que si la idea del gobierno de Castro era terminar con la política de los tiros, Juan Gutiérrez contribuyera en eso. Era lo lógico por su  vínculo familiar con La Habana.

"El 'Chele' es un personaje ambiguo y que se mueve en un terreno pantanoso. Pese a eso, mi impresión es que pudo ayudar al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Chile. Me parece lógico que si la idea del gobierno de Castro era terminar con los tiros, Juan Gutiérrez Fischmann contribuyera en eso".

-¿Por qué está tan seguro de que Cuba no respaldó las acciones armadas del FPMR en democracia?

-Porque el gobierno de Castro quería restablecer relaciones diplomáticas con la administración de Patricio Aylwin. Se debe recordar que hubo una negociación que incluyó la liberación de un prisionero chileno en La Habana. El gobierno de nuestro país pidió que se terminara con la ayuda al Frente Patriótico y me parece lógico que los cubanos hayan aceptado. Fidel dio una entrevista a TVN, a principios de los años 90, donde reconoce que formaron militarmente a gente, pero dice también que ya no era el tiempo de seguir haciéndolo.

-El ex comisario de Investigaciones Jorge Barraza afirmó que tras la decisión de asesinar al senador Guzmán estuvo el consentimiento de Cuba.

-No parece muy sensato, teniendo en cuenta las aspiraciones de La Habana de normalizar las relaciones con nuestro país. Basta recordar el impacto que causó el crimen y lo debilitado que quedó el gobierno de Aylwin después de este hecho. Insisto, el gobierno cubano estaba empeñado en que el Frente entendiera que la hora de los tiros había pasado.

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