Por quepasa_admin Abril 16, 2010

Así votaron

Enrique Accorsi, Sergio Aguiló, René Alinco, Isabel Allende, Osvaldo Andrade, Pepe Auth, Nelson Ávila, Sergio Bitar, Jorge Burgos, Fernando Bustamante, Cristián Campos J., Juan Luis Castro, Eduardo Cerda, Guillermo Ceroni, Fuad Chahín, Max Colodro, Aldo Cornejo, Alfonso De Urresti, Francisco Javier Díaz, Marcos Espinosa, Ramón Farías, María De Los Ángeles Fernández-Ramil, Jaime Gazmuri, Cristina Girardi, José Antonio Gómez, Rodrigo González, Patricio Hales, Felipe Harboe, Enrique Jaramillo, Carlos Jarpa, Tucapel Jiménez, Tomás Jocelyn-Holt, Alfredo Joignant, Juan Carlos Latorre, Antonio Leal, Roberto León, Juan Pablo Letelier, Carlos Montes, Adriana Muñoz, Pedro Muñoz, Jorge Navarrete, Sergio Ojeda, Carlos Ominami, José Miguel Ortiz, Ernesto Ottone, Clemira Pacheco, José Pérez, Jorge Pizarro, Ricardo Rincón, Ximena Rincón, María Antonieta Saa, Hosain Sabag, René Saffirio, Gabriel Silber, Ricardo Solari, Jorge Tarud, Eugenio Tironi, Víctor Torres, Eugenio Tuma, Joaquín Tuma, Patricio Vallespín , Orlando Vargas, Mario Venegas, Ximena Vidal, Matías Walker Y Patricio Walker.

Eugenio Tironi

Eugenio Tironi

Socio fundador de Tironi Asociados

Permítanme un cliché. Si la Concertación está destinada a elegir entre Lagos y Bachelet, está condenada a la irrelevancia. Y no creo que lo esté, pues representa una tradición muy profunda y muy larga, que hoy se reverdece y rearma naturalmente por el mero efecto contraste con lo que representa el nuevo gobierno. Dicho de otro modo: si alguien hubiese planeado cómo rearmar espiritualmente a la Concertación, jamás habría encontrado algo mejor que todo lo que ha puesto en escena el actual gobierno, que ha tenido en estos días dos piezas maestras: el patrimonio de los ministros y el toy-Watch.

Vuelvo entonces al cliché. Es en verdad un gran patrimonio de la Concertación tener a Lagos y Bachelet, que cuando hablan o actúan paran el tráfico. Pero debe aspirar a más. Cuando menos a una síntesis de ambos: visión con empatía. O a otra cosa nueva, que le incorpore algo más de esa energía algo desaliñada de la juventud. Sobre nuevos liderazgos hay varios: Tohá, Orrego, Andrés Velasco, entre otros.

Francisco Javier Díaz

Francisco Javier Díaz

Cientista político. Ex asesor de Michelle Bachelet

Todas las anteriores. Una de las virtudes que tuvo la Concertación desde sus inicios fue aquella capacidad para procesar la presencia de diferentes visiones e intereses, y por cierto, de diversos liderazgos. Lagos y Bachelet ejercen un importante liderazgo, sin duda, pero se trata de liderazgos complementarios y no excluyentes. En otras palabras, se puede ser laguista y bacheletista a la vez sin pecado alguno, por cuanto la visión progresista moderna es compartida por ambos, sólo con diferencias de énfasis y matices. El estilo es adjetivo a la propuesta central de ambos. Creo que pueden coexistir y dar espacio incluso a nuevos liderazgos. Allí radica la habilidad del conglomerado. Si tuviera que dar nombres de liderazgos alternativos que podrían emerger, me quedaría con Carolina Tohá, Ricardo Lagos Weber y Claudio Orrego.

Tomás Jocelyn-Holt

Tomás Jocelyn-Holt

Vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC). Ex diputado.

Ninguno. Después del cónclave no se ha definido nada. Todos sabemos que tanto Lagos como Bachelet tienen pretensiones. Pero le están haciendo un flaco favor a la Concertación. Hay que generar una nueva oferta y producto. Y escuchando en el cónclave los discursos de los ex presidentes, siento que no han cambiado. Ni el tono, ni el estilo, ni el contenido. Si quisieron proyectar una nueva imagen, están en error. Porque Piñera ya le ganó a esa Concertación. Mientras mas dependamos de ex presidentes para ser oposición, más débil será esa oposición.

Lagos dice que esta derrota era evitable. Pero tanto él como Bachelet son altamente responsables de que la Concertación no tenga sucesión. En este instante los partidos tienen mucho trabajo que hacer antes de pensar en opciones de liderazgo presidencial. No hay, por ejemplo, equipos parecidos a los de Tantauco. No creo que los nuevos liderazgos deban ser como los antiguos. Pero el 20% de ME-O en la elección pasada demostró que ese mercado existe.

Jorge Navarrete

Jorge Navarrete

Abogado. Del Río Izquierdo

Ninguno. Es algo prematuro para contestar la pregunta. Ambos son figuras insignes del progresismo y, adicionalmente, han activado su presencia pública. En el caso de Bachelet, a través de su nueva fundación y, en lo que respecta a Lagos, por medio de una plataforma virtual sobre políticas públicas. Bachelet lo aventaja en popularidad ciudadana aunque, de cara a las próximas elecciones presidenciales, Lagos parece haber descartado tal opción, por lo que su relación con los otros dirigentes de la Concertación será más fluida y libre de sospechas. Con todo, la irrupción pública de los ex presidentes da cuenta de un vacío de liderazgo en la oposición. Me gustaría que la pregunta hubiera versado sobre Carolina Tohá y Claudio Orrego. Lagos podría terminar imponiendo su liderazgo, en la medida que facilite el protagonismo de las nuevas generaciones.

Ernesto Ottone

Ernesto Ottone

Director cátedra Globalización y Democracia Universidad Diego Portales

Ninguno de los dos. No se trata de liderazgos que se excluyen, sino que se complementan para contribuir a una renovación profunda de la Concertación, a la construcción de una oposición rigurosa y propositiva y al impulso de nuevos liderazgos.

 

 

Carlos Ominami

Carlos Ominami

Ex senador PS

Ninguno. Los liderazgos en Chile, siendo sinceros, necesitan renovación. Deben abrirse espacios para nuevas generaciones que encarnen la novedad y el cambio. El mundo del progresismo no debe estar encerrado entre dos opciones que ya fueron presidentes. En ese contexto, yo les pediría a ellos que concursaran con nuevos liderazgos. Uno de ellos puede ser Marco Enríquez-Ominami, que demostró que es capaz de ser un gran candidato a pesar de todos los obstáculos. Él debe ser un opositor correcto en este periodo. Aportando ideas a la reconstrucción y al progresismo. Porque hay que decir que hoy, la renovación de la Concertación es una discusión de la elite. Y no algo de lo que la gente anda preocupada.

Ma. de los Ángeles Fernández-Ramil

María de los Ángeles Fernández

Directora ejecutiva, Fundación Chile 21

Michelle Bachelet. Corresponden a los arquetipos del liderazgo masculino (Lagos) y femenino (Bachelet). Su capacidad de imponerse en la oposición pudiera darse, incluso, intermitentemente, dependiendo de énfasis y de lógicas internas.

Si prima la Concertación como alianza restringida a cuatro partidos, Bachelet tiene pocas posibilidades de imponerse si es que insiste en una actitud de prescindencia frente a éstos. Sin embargo, si prima la idea de una Concertación que se abre a la ciudadanía, sus ventajas son evidentes por cuanto apeló, básicamente desde el discurso, a un "gobierno ciudadano" y cuenta con el afecto de las personas. Como no debe desdeñarse el cálculo político, Bachelet tiene también el plus de una popularidad que encierra ciertas dosis de inmunidad y que constituye, por ahora, un seguro para aspiraciones de reelección.

¿Bachelet o Lagos? (...o ninguno de los anteriores)

Ricardo Solari

Ninguno. El futuro de la Concertación depende de su capacidad de adelantar un proceso creíble de cambio. Que modifique sus prácticas y procesos de decisiones. Que renueve dirigencias. Que ofrezca  propuestas a los ciudadanos y ciudadanas. Los ex presidentes pueden ayudar. Pero personalizar su destino es consagrar su bancarrota y garantizar su punto final. Si quiere sobrevivir, no será a partir de una discusión sobre alternativas electorales. Porque esta coalición fue fundada para ofrecer opciones al país, hoy tiene la obligación de hacer una oposición activa, lúcida y constructiva. Para hacerlo debe ampliarse y renovar su pluralismo y diversidad. Todo este proyecto es una difícil obra colectiva. De lo que observo en la actualidad, ese camino no tiene líderes visibles.

Felipe Harboe

Felipe Harboe

Diputado PPD

Ambos. Los líderes son naturales, pero lo que la gente está pidiendo es un liderazgo más bien renovado. Hay nuevas generaciones que tienen una experiencia súperimportante y que están dispuestas a colaborar. Aquí no sobra nadie. Lagos y Bachelet son líderes naturales y respetados, ex presidentes de la República. Tenemos a una presidenta Bachelet con un liderazgo ciudadano muy fuerte, que hay que proteger y cuidar. Mi percepción es que esto tiene que ser complementado con la compañía de nuevas generaciones, como supo combinar ella en su gobierno. En cuanto a nuevos liderazgos, está Carola Tohá; Yerko Ljubetic tiene que jugar un rol en la DC en algún minuto, y también Claudio Orrego; Marcos Núñez en el PPD también puede ser un buen nombre; en el PS Osvaldo Andrade y Marcelo Díaz son buenas cartas.

Jorge Pizarro

Jorge Pizarro

Presidente del Senado

Ninguno. Más que estilo, lo que necesitamos son propuestas, ideas claras, trabajo en equipo, sentido de unidad, mucha solidaridad entre nosotros y un trabajo de terreno para poder recuperar credibilidad y confianza en las bases a toda prueba. Lagos y Bachelet son dos liderazgos que están en su condición de ex presidentes. Así que ojalá podamos encontrar alguien nuevo que encarne todo eso. Porque hoy todavía no veo a esas personas. Lo más probable es que surjan.

Patricio Walker

Patricio Walker

Senador DC

Ambos. El presidente Lagos y la presidenta Bachelet son los primeros que han planteado la necesidad de que haya una renovación. Todo liderazgo que pretende ser una copia de otro, siempre termina frustrándose. Porque la copia siempre es peor que el original. Uno tiene que ser autor. Me acuerdo que cuando se hablaba de Obama, todos se sentían representantes de Obama. Eso lo encuentro una ridiculez. Dicho eso, hay muchos liderazgos. Dentro de la DC están Claudio Orrego, Alberto Undurraga, Gabriel Silber y Carolina Goic. En otros partidos está el caso de Marcelo Díaz, Carolina Tohá y Ricardo Lagos Weber. La Concertación tiene que renovarse. Pero hay que entender que hay viejos chicos y hay jóvenes viejos. El día del mal llamado cónclave, el que tuvo el discurso más renovado, tiene 91 años: Patricio Aylwin.

José Antonio Gómez

Jose Antonio Gómez

Senador PRSD

No estoy de acuerdo con establecer prototipos de liderazgo. Yo creo que la situación de Chile cambió. Los liderazgos se van a dar, esperamos todos, a través de primarias que hagan más democrática la elección. Pienso que ni el liderazgo de Lagos ni el de Bachelet es lo que uno pudiera decir "éste es el modelo que debiéramos seguir". No creo que en este minuto alguien represente un liderazgo en la Concertación convocante para todos. Creo que el espacio está, hay que ganárselo y trabajar por ser un referente y líder de la Concertación, pero eso no está dado porque la prensa ponga a una señora o a un señor.

Osvaldo Andrade

Osvaldo Andrade

Diputado PS

Si la Concertación se planteara el dilema de cuál liderazgo es más relevante cometería un error. Mi impresión es que nos necesitamos todos. Para el período que vamos a ser oposición, necesitamos tanto la sapiencia y la experiencia de Patricio Aylwin como la de Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. Sin embargo, creo que la Concertación tiene que encontrar el tono adecuado de su condición de oposición y eso no pasa necesariamente por reconocer un liderazgo. Las experiencias nos han demostrado que esto requiere de un esfuerzo más colectivo en que probablemente sean muchos los liderazgos. Los cuatro son capitales políticos que debemos preservar, desarrollarlos, pero sin que eso sea excluyente a la aparición de nuevas alternativas, nuevas generaciones, nuevas ideas.

Alfredo Joignant

Alfredo Joignant

Profesor titular del Instituto de Políticas Públicas Expansiva-UDP

Creo que el mal llamado cónclave de la Concertación no tuvo como finalidad definir algún tipo de liderazgo, ni menos consagrar papalmente nombres. En cualquier caso, se trata de dos formas antitéticas de liderazgo: el de Lagos de corte culto e ilustrado, frío y vertical, pero no por ello ajeno a la pasión por la razón, capaz de suscitar respeto y admiración, pero no encanto o seducción; el de Bachelet de naturaleza cálida, encantadora, de geometría horizontal, basado en la emoción más que en la razón. Es verosímil pensar que durante estos 4 años estos dos liderazgos envejezcan, y pierdan su capacidad generadora de admiración o encantamiento. Y que surjan los nuevos, que podrían ser Carolina Tohá -sin duda alguna-, Claudio Orrego y Ricardo Lagos Weber.

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