Por Ana María Sanhueza Febrero 13, 2010

Fue una visita premonitoria la que en 2004 recibió el entonces ministro de Mideplan de Ricardo Lagos, Andrés Palma (DC), cuando a su oficina llegó alguien a quien apenas había visto una vez y muchos años atrás. Era el joven economista de la UC, Felipe Kast, para pedirle un consejo: le contó que tenía ganas de estudiar fuera de Chile y quería asegurarse de escoger lo apropiado. "Teníamos los mismos intereses. Él quería ayudar a disminuir la pobreza en el país y estaba pensando si dedicarse a la academia o a la política. Pero tenía muy claro que su futuro estaba en el sector público", recuerda Palma.

Cinco años después, Kast (32) se doctoró en Políticas Públicas en Harvard y es el ministro más joven del gabinete de Sebastián Piñera. En marzo, no sólo asumirá Mideplan, la cartera donde estuvo Palma, sino también la misma en la que su padre, el fallecido economista Miguel Kast -formado en la Universidad de Chicago y autor del "Mapa de la extrema pobreza en Chile" (1975)-, trabajó en el régimen militar cuando era Odeplan.

Quienes conocen a Kast coinciden que llegar a Mideplan es el camino lógico en su historia familiar y académica. En su círculo es comentario obligado que él siempre ha querido terminar lo que su padre dejó inconcluso cuando murió de cáncer a los 34 años, en 1983. De ahí que, de niño, Kast acompañó a su madre a trabajar a poblaciones en Conchalí y apenas entró a la UC colaboró con el jesuita Felipe Berríos en el proyecto "2000 mediaguas para el 2000" que partía en Curanilahue. Luego vivió por un mes en una pequeña casa de Infocap para apoyar el campamento "El Hoyo" de Pudahuel.

Por su perfil -es fundador de Política Stereo-, su nombre fue uno de los primeros que sonaron para Mideplan. En el ex comando piñerista aseguran que al presidente electo le gustó tanto su currículo como su transversalidad: tiene la particularidad de que a los 22 años y cuando estaba a punto de egresar de Economía, se fue a estudiar sociología y marxismo a la Universidad de La Habana, en Cuba, donde además conoció a su esposa.

En agosto pasado, cuando regresó de Harvard, trabajó como director del área social del Instituto Libertad y Desarrollo, donde rápidamente se convirtió en una figura clave para Cristián Larroulet, el nuevo ministro de la Secretaría General de la Presidencia. Además, Kast es parte de una generación que en la campaña de Piñera fue protagonista: es muy cercano a Ignacio Rivadeneira (34), ex jefe de contenidos; a Hernán Larraín Matte (34), quien estuvo a cargo del marketing; y a la nueva vocera, Ena von Baer (UDI). También a Juan Carlos Jobet, nombrado jefe de gabinete de Rodrigo Hinzpeter en Interior.

Sushi en Harvard

Su familia paterna es de derecha tradicional y tiene muy buena relación con su tío, el diputado gremialista José Antonio Kast, conocido por su cruzada contra la píldora del día después. Ambos son muy católicos. Sin embargo, sus cercanos dicen que Felipe Kast es mucho más abierto en sus posturas. Sus amigos suelen ser liberales en temas valóricos y en la campaña de Piñera impulsaron la inclusión de una pareja gay en la franja. Su padrastro, el ex director del SII y ex ministro de Obras Públicas Javier Etcheberry (ex PPD), también hizo que su ambiente fuera transversal:  a su casa iban tanto figuras de la Alianza como de la Concertación, una de las cuales era justamente Andrés Palma.

Su círculo, además, es diverso: así como es amigo del sacerdote Berríos, también lo es del animador de SQP Cristián Sánchez (ambos estudiaron en el Verbo Divino). Es cercano al empresario y ex jefe del comando de ME-O Max Marambio; al ministro de Hacienda, Andrés Velasco; al economista Óscar Landerretche (PS); al senador Pablo Longueira (UDI); a Andrés Zahler, al profesor Daniel Hojman y al periodista Fernando Paulsen, a quienes conoció en Harvard.

"Felipe es un tipo técnico, si quieres un tecnócrata. Pero está consciente que eso es la mitad de la pega y que el mundo real no se replica idéntico en las pizarras de las universidades, por muy buenas que sean. Va a llegar lejos", dice el periodista Fernando Paulsen. Ambos se conocieron mientras estudiaban en Harvard.

El pasado martes 9, cuando se anunció el gabinete, Paulsen fue uno de los primeros en dejar un mensaje en Twitter: "Felipe Kast va a Mideplan. Estoy sesgado. Es lo mejor que existe", escribió desde sus vacaciones.

Paulsen conoció a Kast en 2007. Él cursaba un Máster en Políticas Públicas en Harvard y el nuevo ministro terminaba su doctorado y vivía en Peabody Terrace, un sencillo dormitorio de la Escuela de Gobierno junto a su esposa y sus tres hijos. Cuando se hicieron amigos, Kast era "el ayudante favorito" -dice Paulsen- de dos importantes profesores: Richard Zackhauser y el venezolano Ricardo Hausmann. Allá, recuerda, se armó un grupo de estudiantes que comía sushi y analizaba campañas como la de Obama. Entre ellos estaban Kast, Rivadeneira, Sebastián Brown, el ex asesor de Nicolás Eyzaguirre Alfie Ulloa y Zhaler.

Desde que Kast pisó la universidad norteamericana, todas sus investigaciones han ido hacia una misma dirección. Tiene un paper sobre microahorro -que hizo con la ayuda del Fondo Esperanza y Banco CrediChile- y su tesis de doctorado, que trabajó junto al chileno Daniel Hojman -maestro del Harvard Kennedy School- , trató de una nueva forma de medir la pobreza. "Felipe estaba apasionado por entender la dinámica de la pobreza y me convenció que podíamos hacer un aporte metodológico. Terminamos escribiendo un artículo muy lindo sobre la dinámica de la pobreza, On the Measurement of Poverty Dynamics", cuenta Hojman desde Harvard.

Al comienzo, la relación entre ambos fue laboral y académica, pero hoy ellos y sus familias -en especial sus hijos-  son muy cercanos. "Al conocerlo te das cuenta que siendo de derecha es mucho menos de derecha que lo que un socialdemócrata prejuicioso (como yo), podría creer. Me sorprendió que condenara las violaciones de derechos humanos del gobierno de Pinochet abiertamente. Además, tiene un lado súperemprendedor: no se queda en la teoría. Su preocupación por la pobreza es genuina".

Fernando Paulsen, coincide: "Felipe es un tipo técnico, si quieres un tecnócrata. Pero está consciente que eso es la mitad de la pega y que el mundo real no se replica idéntico en las pizarras de las universidades, por muy buenas que sean. Va a llegar lejos".

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