Por Jonás Preller Roldán , Director Diciembre 7, 2017

Puede ser producto del nerviosismo. Del estrés propio de una campaña presidencial. De estar tantos meses recorriendo el país y aguantando los embates de los electores. Esta semana hemos visto quizás la peor cara de los candidatos.

Sebastián Piñera denunciando que “alguien se avivó” en la primera vuelta y se habrían entregado en las mesas votos previamente marcados en favor de Alejandro Guillier o Beatriz Sánchez. Inmediato repudio nacional y la oportunidad que La Moneda estaba esperando para pegarle al candidato de Chile Vamos y reforzar el cuestionable papel protagónico que el gobierno ha tenido en esta segunda vuelta. “Con nuestra democracia no se juega”, respondió la vocera de gobierno.

Guillier, a quien pareció incomodar el repentino protagonismo de Piñera, retruca en Concepción: “Les meteremos la mano al bolsillo a quienes concentren el ingreso, para que ayuden a hacer patria alguna vez”. Esta vez fue el tuitero más famoso de Chile, Andrónico Luksic, quien le respondió: “Senador, lo que no hace patria es generar odio, lucha de clases y división. Si quiere plantear un nuevo impuesto, hágalo sin incitar al odio entre los chilenos. Nadie, y menos con fines electorales, puede jugar con el amor que todos tenemos por nuestra patria”, contraatacó @aluksicc.

De nuevo el sentido republicano al ruedo, a la agenda de dos candidatos que prefieren hasta ahora autoinfligirse daño en vez de apuntalar su campaña.

“País banana”, comentó un analista radicado hace algún tiempo fuera de Chile. Una exageración, podría decirse, pero si de autogoles se trata, esta semana fuimos campeones.

Jonás Preller Roldán
Director

jonas.preller@quepasa.cl
@jonaspreller

Relacionados