Por Jonás Preller Roldán Noviembre 17, 2017

El debate hoy no está centrado en quién llegará a La Moneda en marzo de 2018.

El programa, la agenda de gobierno e incluso los equipos técnicos y políticos han pasado a segundo plano. Hoy la crisis de la Nueva Mayoría y la manera en que esta hará frente a la segunda vuelta y a una casi segura derrota presidencial es el gran tema.

El quiebre de la coalición de gobierno y la forma en que tratará de rearticularse a partir de este mismo domingo será uno de los ejercicios políticos más difíciles desde el propio nacimiento de la Concertación.

Las explicaciones para este quiebre son muchas, pero existe cierta coincidencia en dos factores: la forzada alianza entre el PC y la Democracia Cristiana, y la manifiesta incapacidad de presentar una candidatura presidencial competitiva.

La salvación vendría, como nunca, por el lado parlamentario, ya que la centroizquierda apuesta a no disminuir su predominio en ambas cámaras, y a articular una oposición desde el Congreso.

Este domingo no sólo está en juego quién gobernará el país por los próximos cuatro años con el claro mandato de recuperar el crecimiento y desarrollo económico. También se juega la correlación de fuerzas, la nueva forma de hacer política y la de representar a los votantes. Está en juego, además, el renacer de las dos coaliciones que por 27 años han gobernado al país.

 

Jonás Preller Roldán
Director
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