Por Jonás Preller Roldán Octubre 20, 2017

El poder, su definición y su alcance han sido parte sustancial del debate histórico, social y político.

Nietzsche, Foucault, Weber, Arendt o Popper dedicaron extensos documentos a tratar de dilucidar su importancia, sus redes, sus implicancias, el sometimiento de los pares, sus riesgos y eventuales límites.

Para Popper, por ejemplo, el poder político era (podía llegar a ser) el más peligroso, por ser el único capaz de hacer contrapeso al poder económico.

Foucault planteaba que el poder no era un “ente” que podía ser tomado —rompiendo la concepción clásica del marxismo—, sino más bien una suerte de contrato, una relación de fuerzas estratégicas en la sociedad. Este tipo de poder era el que movilizaba y aunaba, pero también el potencialmente más corruptible.

Muchas veces, al hablar de poder simplificamos este análisis. Lo confundimos con presencia, figuración mediática o con quiénes son capaces de influir.

Es por esto que, como cada año, la encuesta del poder que realiza Qué Pasa con Cadem muestra distintos fenómenos: los denominados “círculos de hierro” –por ejemplo, en la presidenta Bachelet– se mantienen, con Eyzaguirre, Uriarte y Güell alternando los lugares.

En el ranking de empresarios, Luksic lidera sin distinción, pero ahora con un emergente Bernardo Larraín en tercer lugar. En el piñerismo, Chadwick consolida su posición, pero ahora cobra más relevancia de cara a la presidencial. Por otro lado, los fiscales, gracias a su mediática figuración y a su apuesta por enfrentarse “a los poderosos”, han fortalecido su poder.

316 entrevistados, entre políticos, empresarios y distintos líderes de opinión, redibujaron para nuestros lectores el mapa del poder en Chile.

Jonás Preller Roldán
Director

jonas.preller@quepasa.cl
@jonaspreller

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