Por Jonás Preller Roldán Octubre 13, 2017

El éxito de un alcalde se mide por su capacidad de gestión. Por su relación con los vecinos. Por la solución de los problemas de su comuna.

Terminar con los microbasurales, ordenar la vida nocturna, mejorar la gestión de recursos del municipio ha sido, hoy por hoy, la principal tarea de Jorge Sharp en Valparaíso.

Pero también se ha embarcado en pugnas complejas. En el freno de proyectos de inversión, en la detención de grandes obras inmobiliarias, en trabar el avance económico que necesita Valparaíso, una ciudad que se ha ido quedando atrás.

Sharp, el primer alcalde del Frente Amplio, tiene hoy sus propios conflictos internos.

Tiene sobre sí el peso de una gestión que es fiscalizada por la opinión pública día a día. La presión de miles de porteños que ven en esta administración un cambio de rumbo respecto de las cuestionables alcaldías pasadas, de su propia facción política, que ve en el edil la más concreta expresión de este experimento político que partió hace un par de años.

Jorge Sharp corre contra el tiempo. Sabe que su crédito con la comunidad no es eterno, que debe mostrar hoy que será capaz de cumplir lo que prometió en campaña.

Jonás Preller Roldán
Director

jonas.preller@quepasa.cl
@jonaspreller

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