Por Jonás Preller Roldán Agosto 25, 2017

Que un porcentaje mayoritario de la población no sepa en qué se invierten sus fondos de pensiones, cómo se administran o —dramáticamente— piense que no le pertenecen, habla de una política pública que está fallando en alguno de sus procesos. Es innegable que el sistema de jubilación en Chile, tanto en AFP como en Capredena (FF.AA.) necesita de urgentes mejoras.

Existe consenso en que hay que mejorar, transparentar, sociabilizar y comunicar mejor ciertos mecanismos. Es necesaria una educación previsional profunda, y que dé cuenta de que es imposible que las personas tengan las pensiones que desean si siguen cotizando lo mismo.

El cálculo simple evidencia que el aporte de un 10% del sueldo de una persona por 40 años no logra garantizar un ingreso similar por los 25 o 30 años que vienen tras la jubilación.

El gobierno, en su proyecto de pensiones, ha errado el camino. Ha buscado deslegitimar el sistema sin una solución que ataque el largo plazo, sin una teoría financiera ciudadana que dé cuenta del problema, tanto en el sistema de AFP como en los planes de retiro de las FF.AA., los mismos que hoy entran al ruedo por los abusos de algunos ex uniformados.

Ese es el peligroso límite entre una agenda política y una discusión técnica. Entre expectativas de pensiones y tasas de cotización, entre esperar vivir hasta los 90 años sin haber ahorrado de manera consciente para ese fin.

Jonás Preller Roldán
Director

jonas.preller@quepasa.cl
@jonaspreller

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