Por Eugenia Fernández // Periodista revista Qué Pasa Abril 28, 2017

Somos los leones / somos los elegidos / vamos a brillar en la oscuridad / somos el movimiento, esta generación / mejor que sepas quiénes somos

Quizás uno de los pocos aciertos del desafortunado comercial de Kendall Jenner para Pepsi fue su música. Lions, de Skip Marley (21), nieto de Bob, refleja sin caricaturas —a diferencia del spot— la energía que atraviesa a la generación millennial. Esos jóvenes nacidos entre 1981 y 1995, descritos como optimistas respecto del futuro, fanáticos de la tecnología y las redes sociales, volátiles pero críticos. Los mismos que, según una proyección de Deloitte, representarán el 75% de la fuerza laboral mundial en 2025.

La aproximación a la política de este variopinto grupo de personas es incipiente en Chile. En parte, porque  los cálculos de los partidos aún se realizan sobre la base del difunto sistema electoral binominal, y también por la alta abstención existente en las últimas elecciones —que se acentúa en este grupo—, nuestros representantes se han hecho poco cargo de los valores y aspiraciones de esta generación.

"Cae bien su coherencia, por ejemplo, cuando decidió no seguir los cánones físicos clásicos de las conductoras de noticias de TV al entrar a La Red

Hoy, parte de ello parece encauzarse en la candidatura presidencial de la periodista Beatriz Sánchez del Frente Amplio. Desde que la encuesta Cadem comenzó a medir su adhesión el 24 de marzo, hasta la fecha —con el 6% en intención de voto— los números muestran que su fortaleza está precisamente en los millennials de sectores medios y altos. Según datos de este estudio entregados a Qué Pasa, son los jóvenes de entre 18 y 34 años quienes más dicen apoyarla (9%), seguidos por las personas entre 35 y 54 años (5%) y de 55 años y más (4%).

Sus adherentes se encuentran en mayor medida en los sectores socioeconómicos altos (ABC1-C2; 12%), mientras en los medios (C3) y bajos (D) llega al 4%. Es más conocida en Santiago (8%) que en regiones (5%), y concita más apoyo entre las mujeres (7%) que entre los hombres (5%). Su domicilio político está fuertemente ubicado en la centroizquierda, donde un 16% de quienes se dicen de ese sector apoyan a Sánchez.

¿Qué ven los millennials en ella? ¿Por qué se identifican con ella? Su apoyo es una ventaja, pero también un desafío.

A_primera vista, se podría decir que la figura de la ex periodista parte la carrera muy identificada con quienes son sus impulsores y escuderos: los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric. De 30 y 31 años, respectivamente, son fieles representantes de esta generación.

Pero también la propuesta de Sánchez coincide con ciertos valores que para los jóvenes son relevantes. “Para ellos, la honestidad y la sinceridad son más importantes que nunca. La buscan en sus amigos y con mayor razón en sus potenciales líderes”, dice Maribel Vidal, vicepresidenta de planificación de McCann Erickson.  Por eso cae bien la frontalidad de Sánchez, su historia fuera de la política y su coherencia, por ejemplo, cuando decidió no seguir los cánones físicos clásicos de las conductoras de noticias de la TV al ingresar al canal La Red.

Algunos valores que mueven a estos jóvenes calzan también con las ideas que, hasta ahora, ha planteado la ex conductora. Vidal afirma que mientras generaciones anteriores veían a la libertad como bandera de lucha, los millennials se sienten atraídos por causas que tienen que ver con la igualdad y ven a la diversidad como un valor a defender.

Son autónomos, les gusta manejar su tiempo y no ven su vida como una construcción lineal. Pueden estudiar, trabajar un par de años, dejar una pega “soñada” e irse a viajar. Porque su yo es fuerte y eligen los momentos en los cuales ser adulto y porque no necesitan serlo todo el tiempo. Por eso, para ellos es difícil entender la militancia política como un factor ordenador. No son fáciles de captar y prefieren causas puntuales. “Sus adscripciones no son permanentes, son flujos de participación. Hoy un joven te dice ‘quiero militar, pero también tengo vida’”, afirma Raúl Zarzuri, sociólogo del Centro de Investigaciones Sociales de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

Otro vaso comunicante puede ser la épica que el Frente Amplio logre construir. “Lo que esta generación quiere lograr es impacto”, afirma Sebastián Arteaga, director general creativo de Leche. Eso sí, “ellos piensan que eso se logra rápido y fácil, y la mala noticia es que no es así”.

La carrera para Beatriz Sánchez recién comienza. Su horizonte no es sólo lograr sumar conocimiento y adherentes que vayan más allá de los jóvenes —en Revolución Democrática están los que creen que debiera enfocarse en las mujeres mayores de 40 años, el fuerte de Michelle Bachelet. También es parte de su misión lograr que esta generación volátil y autónoma salga a votar. A ver si este 2017, como canta Skip Marley, brillan en

la oscuridad.

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