Por Andrés Azócar* Mayo 28, 2010

En cinco años el Huffington Post se ha convertido en el fetiche de la audiencia en EE.UU.  Con 12,3 millones de visitas únicas mensuales, supera en popularidad a los sitios del NYT y al Washington Post, dos tótems del periodismo estadounidense. Pero, además, este año lucirá números azules con US$30 millones de ingresos, éxitos que tienen muy contenta a su fundadora Arianna Huffington, y que ha despertado el interés de replicar la experiencia en muchas latitudes, como es el caso de Chile. Sin embargo, hay algunas razones para mirar este objetivo con precaución.

1.- Fuentes de información. El Huffington es primero un blog y luego un agregador. Parte importante de sus contenidos provienen de cientos de fuentes. La mayoría de ellas medios tradicionales que hoy producen parte importante del mejor periodismo del mundo. La abundancia de medios en EE.UU. es la principal herramienta del Huffington para generar y renovar contenidos. De hecho, buena parte de su crecimiento sólo lo hizo con cuatro periodistas contratados.

2.- Columnistas. Mientras en Chile la renovación de las firmas es escasa (por impericia de los medios y escasez de buenas firmas), en EE.UU. sobran. El Huffington ha reunido una cantidad importante de figuras liberales que ven en el blog una forma de influir y determinar el curso de las discusiones. La cultura de la opinión y la discrepancia (los avisos más caros en el NYT.com están en esta sección) sumada al volumen de la población hacen de este punto un elemento imposible de igualar. Incluso, tomando en cuenta que sólo un cuarto del contenido del blog es político.

3.- Primero el periodismo, luego el negocio. Arianna Huffington fundó el blog con el objetivo de generar un espacio liberal, de influencia. Hoy es mucho más que eso.  Ya posee 19 tipos de contenidos más allá de la política. Detrás de eso, ha habido una visión de largo plazo, sobre un objetivo claro y definido: influenciar y oxigenar la discusión en EE.UU. bajo la premisa de que los medios tradicionales estaban ya muy amarrados a la publicidad y su crisis. De hecho, Huffington destina recursos a la investigación periodística que no le reporta beneficios económicos. Sólo con espaldas financieras de largo plazo se puede pensar en un proyecto así.

4.- Publicidad. Que Arianna Huffington  tenga una visión especial del periodismo no quiere decir que no haya aprovechado la oportunidad de negocios que se abrieron con su éxito. Ahí aparece otra diferencia con el medio local. La publicidad en internet en EE.UU. lleva años creciendo y el volumen de negocios que se genera en la web da para alimentar muchos medios. El Huffington, por ejemplo, apuesta a duplicar sus ingresos año a año. En cambio, las agencias de medios en Chile aún no apuestan por este negocio.

5.- Volumen. Arianna Huffington es una defensora del acceso libre a los contenidos. Parte importante de sus éxitos vienen de la agregación. Sin embargo, esto obliga a generar gran cantidad de volumen de visitas para atraer la publicidad. Y para eso es necesario un mercado grande, pero también una capacidad de innovar y perfeccionar los flujos de contenidos hacia las redes sociales. Algo que lamentablemente los medios chilenos no han mostrado. Por lo mismo el blog pasó de 1,2 millones de visitas únicas en 2008 a 12,3 millones en 2010; un crecimiento basado en decisiones rápidas, innovadoras y arriesgadas.

*Director de la Escuela de Periodista UDP

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