Por Axel Christensen | Director ejecutivo BlackRock Febrero 20, 2010

En las últimas semanas, se ha hecho popular en la prensa económica el término PIGS (cerdos en inglés). Pero no se trata de un nuevo brote de la mal llamada "fiebre porcina" sino de una sigla para referirse a Portugal, Italia, Grecia y España (Spain, en inglés). En algunas versiones se agrega una I adicional (PIIGS) para incluir a Irlanda.

¿Qué tienen en común estos países europeos? Todos son miembros de la Unión Europea y, debido a sus altos niveles tanto de déficit público como de deuda, tienen sumamente incómodos a autoridades económicas e inversionistas. A comienzos de este año empezó a cundir la preocupación por los altos niveles de deuda y la pérdida de competitividad de los PIGS, debido a la fortaleza del euro versus otras monedas. El riesgo soberano de estos países se disparó y sus bolsas se desplomaron entre -20% (Grecia) y -8% (Irlanda).

El caso más grave es Grecia, que registra un déficit equivalente a 12,7% de su PIB, mientras que su deuda pública alcanza casi el 100% de su producto anual. Cifras que estábamos acostumbrados a encontrar en países emergentes en crisis -América Latina en los 80, Asia en los 90-. Sin embargo, Grecia es un país desarrollado, entre las 30 mayores economías del mundo y en un lugar similar en los índices de desarrollo humano. Se unió a la Comunidad Europea a comienzos de los 80 y también es miembro de la OCDE. A pesar de ello, hoy su clasificación de riesgo (A- según Standards & Poor's) está por debajo de países emergentes, incluyendo Chile (A+).

Después sigue Irlanda, que desde el 2008 está en recesión (depresión afirman algunos analistas), donde se espera que la economía se contraiga cerca del 14% este año. Además, Irlanda ha sufrido una significativa crisis bancaria, afectada por la ruptura de una burbuja inmobiliaria y la relevancia del sector financiero en la economía. Son los campeones mundiales del ratio deuda externa a PIB, superando el ¡800%!

Italia tampoco muestra cifras muy positivas (su deuda pública supera el 105% del PIB), pero está en mejor situación que sus compañeros de grupo. Sin embargo, aún se le conoce como "el hombre enfermo de Europa" debido al estancamiento económico, la inestabilidad política (a pesar de los esfuerzos de Berlusconi) y la incapacidad de llevar a cabo reformas para superar esta situación.

Portugal y España también tienen situaciones macro mucho más manejables que Grecia e Irlanda. Sin embargo, han sido víctimas del "contagio" de inestabilidad que generó Grecia, pues presentan flancos débiles por los altos niveles de desempleo (cercana al 20% en España y al 10% en Portugal) y, en el caso de España, por la explosión de su propia burbuja inmobiliaria. Sin embargo, ambos países, al igual que Italia, cuentan con sistemas financieros bastante sólidos, observándose sólo problemas menores. Así y todo, sus autoridades han tenido que salir a tranquilizar a inversionistas que los ponen en el mismo saco que Grecia e Irlanda.

Esta nueva "fiebre porcina" también ha afectado al resto de la región, llegando incluso a poner sombras de duda respecto a la continuidad de una Unión Europea que comparte política monetaria y cambiaria, pero que todavía les entrega a sus países miembros la tutela sobre el gasto fiscal y la supervisión bancaria.

Los gobiernos de Alemania y Holanda ya han dado indicios de que no están disponibles para salir a rescatar a sus vecinos pródigos (extendiendo su garantía de deuda pública a éstos), pero temen que Grecia se convierta en el "Lehman" de Europa, con consecuencias indeseables si se le deja caer. Irlanda ha estado dispuesta a llevar a cabo un ajuste draconiano para poner sus cuentas en orden. ¿Será Grecia capaz de hacer lo mismo? Probablemente se necesite la intervención del Fondo Monetario para aplicar los programas que reduzcan deuda y controlen gasto público, con quizás los mismos problemas que el doctor que les pone la vacuna a un "infectado" que le tiene miedo a los pinchazos. Tendremos que seguir de cerca la evolución del enfermo y si continúa amenazando con contagiar a sus vecinos.

* Director ejecutivo, BlackRock

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