Por Matthew Woodhams* Febrero 13, 2010

Con sus 31 años, unos kilos de más y un teñido que se nota a la distancia, Perez Hilton es popular. Y no ese popular que nos enseñan en la televisión gringa con sus mariscales de campo y novias cheerleaders. No, algo cambió. En el mundo de los bits la apariencia física importa poco. Tan poco como importa, por estos días, tener mérito para ganar el Premio Nobel de la Paz. Pero también hay cosas que no cambian. Que siguen igual. Y ésos son los seguidores. Sólo que ahora la audiencia en internet es un poco más grande y diversa que una tropa de adolescentes espinilludos.

La audiencia de Perez, quien realmente se llama Mario Lavandeira, supera los 4.8 millones de visitas únicas al mes en su blog perezhilton.com y más de 1.7 millón de seguidores en Twitter (sumado es más que todos los habitantes de Santiago, para entender las dimensiones).

Todo comenzó cuando dejó su carrera de actor por algo que encontraba más fácil: bloguear. En su blog PageSixSixSix (Page 6 es la sección de chismes del NY Times), que luego se pasó a llamar PerezHilton.com, hablaba de farándula y en seis meses lo convirtió en el "sitio más odiado de Hollywood", según The Insider. Hoy Lavandeira es más famoso que algunas de las celebridades de las cuales escribe, su blog está dentro de los Top 500 del mundo, tiene un sello disquero, publicó un libro, ha salido en películas, TV, e incluso trabaja con Simon Fuller para crear la boy band del nuevo milenio. Y, cómo no, ha sido elegido tres veces seguidas por Forbes como la personas más popular de la web.

¿Cómo lo hizo? Gary Vaynerchuk, en su libro "Crush it!", diría que es gracias al valor de su propia marca sumado a mucha pasión y una ayuda de las redes sociales. Y tiene toda la razón. Justamente, era el tema principal de este artículo, contar cómo la pasión, transparencia, además de una opinión real y parcial -sumado a buen contenido- ayudan a crear una marca personal, una identidad en la red que atrae público, popularidad y con ello, dinero. Pero para eso está el libro de Vaynerchuk. Con Perez Hilton, creo, hay algo más.

Para ser el popular entre los populares hay que mirar la naturaleza humana y la naturaleza de internet. Y bueno, internet comenzó como una herramienta militar que ahora ha florecido como un hogar para más de 375 millones de sitios pornográficos, con más sitios de farándula que de actualidad y donde más del 40% de los tweets son completamente inútiles. Es un lugar como ningún otro, con un nicho para todo, desde tecnología y deporte hasta filatelia y observación de aves. Pero para llevarse el premio gordo hay que hacer lo que hizo Perez: apelar a eso que está en nuestra naturaleza más primitiva. Algo tan básico como el morbo.

Es cosa de fijarse. Después del sexo, las celebridades son los términos más buscados en internet. En 2008 la lista la lideraba Britney Spears y en 2009 Michael Jackson. Ambos sufrieron grandes desgracias esos años (uno más que la otra) y simplemente no pudimos dejar de meternos en sus vidas y, sobre todo, sus miserias. Aquí es donde Perez Hilton la sabe hacer. No sólo habla sobre los temas más calientes en internet con una opinión llena de favoritismo, que apela al más auténtico estilo bloguero. Sino que también genera conflicto y su fama lo ha llevado a convertirse en parte de la historia, con  peleas y hasta golpes con celebridades. En internet, a pesar de Twitter, Google y Wikipedia, el morbo sigue siendo rey. Y Perez Hilton es hoy su mejor escudero.

* Cofundador de MediaLabs Network y animador de OhMyGeek.net

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