Por Manuel Sánchez | Director Poch Ambiental Diciembre 5, 2009

Kioto y su protocolo de 1997 para reducir las emisiones de seis gases que causan el calentamiento global, ya son historia. La verdad es que el mundo no sólo no logró la reducción de 5%: las aumentó en 19%.

Tras ese fracaso -y la sicosis por el aumento de la temperatura y el derretimiento de los hielos- la gran duda es ¿qué viene después de Copenhague?

Los científicos dicen que para asegurar en el largo plazo la estabilidad climática del planeta, la temperatura global debe aumentar menos de 2° C respecto de los niveles preindustriales. Esto significa que todos los países -Chile incluido- deben reducir las actuales emisiones del planeta en alrededor del 80% al 2050.

El objetivo de Copenhague es avanzar en la firma del próximo tratado global sobre el cambio climático, que obligará a las naciones a hacer gestos en varias áreas para reforzar la era de la sustentabilidad.

Las seis áreas que vienen, y en las cuales Chile deberá sí o sí hacer gestos de sustentabilidad, son:

-Conseguir que el aumento de las emisiones globales alcance su máximo en el 2015 y a partir de ahí que empiece a bajar.

-Un drástico recorte de las emisiones. Esto debe ser liderado por los países desarrollados, que necesitan comprometerse, en conjunto, a una reducción de, al menos, el 30% para 2020 y prácticamente una reducción completa para el 2050.

-Incluir nuevas formas de negociación en Kioto para que, en el próximo período de compromiso, nuevos países industrializados con rentas altas -como México, Corea del Sur, Singapur y Arabia Saudita- adopten objetivos de reducción de obligado cumplimiento que contribuyan a la reducción del 30% en 2020.

-La creación de incentivos por parte de los industrializados para que los países que se estén industrializando con rapidez - como China, Brasil, India y Sudáfrica- se unan al sistema de comercio de emisiones de Kioto a través de objetivos sectoriales, u otros compromisos de acción cuantificables para la reducción de gases de efecto invernadero (por ejemplo, en el sector de la electricidad).

-La creación de un sólido Fondo para la Implementación de Tecnologías Limpias, financiado por los países desarrollados con el objetivo de transferir tecnología limpia, eficiente y renovable a naciones en desarrollo.

-Un mecanismo de reducción de la deforestación que provea el financiamiento necesario para reducir drásticamente la deforestación en los próximos 15 años. Las reducciones que derivan de la protección de los bosques deben ser adicionales a las de las emisiones de la industria.

* Director de Poch Ambiental

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