Por Francisco Javier Díaz | Investigador de Cieplan Septiembre 26, 2009

Acabo de leer un libro maravilloso, The American Future. Lo entretenido es el epígrafe: A History. O sea, una historia del futuro. Cómo lo que viene está en parte determinado por el pasado. Lo que buscan sus líderes, lo que quiere su gente, los deseos de las elites; las fuerzas que quieren conservar, las fuerzas que quieren progresar, en fin, todo está dado por el pasado, por la impronta histórica que ha tenido el país, por cómo éste surgió y cómo se ha ido desarrollando como nación. Guerras, religión, filosofía, inmigración, clases sociales, relaciones de producción. Las disputas parecen atávicas, pero al mismo tiempo generan el movimiento del país. La actual crisis de Estados Unidos -el autor asume que ese país vivía una crisis profunda hacia el final de la era Bush- se debe al predominio ilegítimo de un lado de la historia. Obama encarnaría la vuelta al ideal más profundamente liberal e ilustrado de aquella nación.

Es un libro fascinante. Simon Schama, el autor, es uno de los historiadores más provocadores del mundo anglosajón. La lectura es genial. Se mete en detalles que por momentos aburren, pero al dar vuelta la página, uno se encuentra con el detalle transformado en gran causal explicativa de toda una vertiente política o filosófica. Es un gran libro para todo quien tenga espíritu humanista. Es un deleite para los especialistas, ciertamente, pero también para todo historiador aficionado.  

Uno no deja de pensar en Chile y en cuán pequeños se ven los incidentes del día a día a la luz de la historia. Especialmente en época de campaña. Tanta tontera que se dice, sin conciencia alguna de la historia que se está construyendo. Si yo fuera asesor de candidato, la primera pregunta que le haría es: ¿cuál espera que sea su legado? ¿Qué espera que diga de usted esa segunda línea en el libro de historia? Porque, claro, ganarse la primera línea en el libro de historia es relativamente fácil, eso es una pura descripción cronológico-biográfica. "Michelle Bachelet (1951), primera mujer presidenta de Chile", dirá la primera línea que estudiarán los pingüinos en el Frías Valenzuela del 2040. Lo difícil es agregar una segunda línea a esa descripción: "Michelle Bachelet… que sentó las bases de un estado de protección social". Punto. Gol. Clasificado. Valió la pena sacarse la mugre cuatro años.

 Por momentos los candidatos se quedan en el día a día. Les recomendaría eliminar el rating online de sus BlackBerries. Multa para el candidato que twittee; multa doble para el que enganche en twitteo ajeno. ¡Más conciencia de lo que se hará, por favor! "Winner, alternancia", "reelegido, responsable", "joven, irreverente", no pasan de ser descripciones. Lo que se espera es la trascendencia de lo que se hará, del giro histórico que se pretende impulsar. Que nos digan, sin cuña, de qué se tratará ese gobierno Sólo eso se pide. Aunque sea aburrido. La historia los absolverá.

* Abogado, asesor de la presidenta Bachelet

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