Por Catalina Jaramillo, desde Nueva York Junio 11, 2015

© NYT

En una jugada multimedia, el New York Times publicó el martes en sus páginas editoriales un documental realizado por la cineasta, periodista y artista Laura Poitras, titulado El arte de disentir y comisionado por el museo neoyorquino New Museum.

En el último año, Poitras recibió un Oscar por Citizenfour, documental donde Edward Snowden develó el espionaje telefónico realizado por Estados Unidos, y un Pulitzer por su reporteo en torno a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) junto con su socio Glenn Greenwald, entre otros.

El video, filmado en el taller de Ai Weiwei en Beijing, comienza con uno de los gatos del artista político chino caminando sobre una mesa entre osos panda de peluche. Luego la cámara nos muestra al artista y a Jacob Appelbaum, de WikiLeaks. Weiwei introduce documentos a una trituradora de papel y Appelbaum lee su contenido. “Este habla sobre el programa que usan para monitorear las cosas que haces en servicios corporativos como Twitter”. Los documentos, algunos del servicio secreto del Reino Unido, pertenecían al NSA; Snowden se los entregó a Poitras y Greenwald dos años atrás en Hong Kong. 

Weiwei y Appelbaum tienen varias cosas en común. Ambos han expuesto la corrupción de sus gobiernos respectivos, China y Estados Unidos, y en respuesta son monitoreados bien de cerca. El primero ha sido detenido por sus acciones y no puede salir de China. El segundo ha pasado por intensas interrogaciones y prefiere no volver a Estados Unidos. Ambos, a pesar de tener que vivir alejados de sus familias y en permanente vigilancia, han optado por seguir divulgando información.

La editorial del New York Times aparece en el momento adecuado. Justo una semana antes de su publicación, el 2 de junio, el presidente Obama firmó una versión reformada del “USA Freedom Act”, horas después de que el Senado la aprobara. La ley, cuyo objetivo es perseguir terroristas, fue impulsada por el ex presidente George W. Bush después de los ataques del 11 de septiembre 2001 y le permite al gobierno, entre otras cosas, recolectar información telefónica y de internet en manos de compañías de telecomunicación. El programa fue derogado luego de que Snowden, ex contratante de la NSA, lo develara a través de Poitras y Greenwald. Es por eso que la presión de Obama por volver a instaurarlo causó un caluroso debate y le costó varias críticas.

En su nueva versión, la ley establece que la NSA no podrá recibir información de las compañías de telefonía e internet, a menos que cuente con una orden de la corte. Esta decisión deja contento a pocos, ya que ambos partidos creen que se queda corta; los conservadores en defender al país contra el terrorismo y los liberales, en proteger la privacidad de la ciudadanía. El ciudadano de a pie está igual de dividido. Mientras unos piensan que no les afecta, una cantidad considerable siente que el gobierno se cuela demasiado íntimamente en sus vidas.

El video sigue con relatos de Weiwei y Appelbaum narrando momentos de tensión con la policía. Luego, los dos le quitan el relleno a los osos de peluche y lo reemplazan con el papel triturado de los documentos secretos y una tarjeta de memoria. El proyecto, que forma parte de una serie curada por el New Museum que empareja a artistas destacados con tecnólogos, repartió los pandas en museos y galerías de China, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Rusia y Canadá. Si alguien quiere deshacerse de la información, tendrá que destruirlos a todos, explica Appelbaum en el video.

“El proyecto artístico que ambos hicieron, ‘Panda to Panda’, no fue sobre vigilancia. Fue sobre secretos”, explica Poitras en su columna.

El título combina el término panda, apodo para la policía secreta china, y P2P, sigla de una red peer-to-peer que funciona sin clientes ni servidores fijos, sino como una serie de nodos iguales.

“Me interesa profundamente la forma en que ser observada y grabada afecta como actuamos, y como el observar a los observantes, o contra-vigilar, puede cambiar la dinámica de poder”, dijo Poitras, cofundadora de la plataforma digital The Intercept. La cineasta prepara su primera exposición autoral que se mostrará en el Whitney Museum of Art, en Nueva York, entre febrero y mayo de 2016.

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