“Si en un momento tomo la decisión de hacer un cambio de gabinete, me voy a asegurar que sean personas que estén completamente de acuerdo con el programa de gobierno”, dijo esta semana la presidenta Michelle Bachelet al contestar una pregunta por un eventual ajuste en su equipo.

Sus palabras fueron recibidas como una señal clara: la presidenta intervenía en el fuerte conflicto al interior de su propia coalición. Se discute entre vieja guardia y nueva generación; entre Concertación y Nueva Mayoría; y entre antirreformistas y seguidores al pie de la letra del programa de gobierno. Y cada vez que se inicia esa discusión salta al ruedo el nombre de José Miguel Insulza, promovido por algunos y vetado por otros.

Insulza vuelve a vivir a Chile en menos de un mes, luego de dirigir la Organización de Estados Americanos por 10 años. Él ya ha adelantado que volverá a la política de lleno. Ahora que se acerca su desembarco, también envía su propia señal: que aun siendo de la vieja guardia apoya las reformas propuestas por el gobierno de Bachelet.

José Luis Santa María O.
Director
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