Por José Luis Santa María, director. Abril 17, 2014

El tema de la influencia de las redes de relaciones familiares y sociales en el ámbito profesional se ha transformado en un asunto recurrente en la conversación sobre la desigualdad y la necesidad de “emparejar la cancha”. Particularmente se ha puesto sobre la mesa en la discusión sobre el espíritu que debe motivar una gran reforma al sistema educacional.

Desde luego, el fenómeno del peso de esas redes ha sido histórico, tanto en el sector privado como en el público, pero recién en el último tiempo ha sido objeto de análisis y crítica abierta. Con la cantidad de cargos públicos discrecionales que implica, la instalación de un nuevo gobierno ofrece una iluminadora oportunidad para ver qué tan persistentes son estas prácticas. 

Muchas de las personas mencionadas en este ejercicio exhiben credenciales claramente idóneas para los cargos a los que han sido designadas. Otros casos parecen más discutibles, especialmente los parientes de parlamentarios que han sido nombrados en puestos relevantes en la zona geográfica que dichos congresistas representan.

Más allá del caso a caso, a estas alturas se trata de una cuestión de transparencia.

José Luis Santa María O.

Director

jsantamaria@quepasa.cl

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