Por Manuel Maira, desde Cannes Febrero 6, 2014

Conocemos a Cannes por el festival que cada verano repleta la ciudad con lo último del cine mundial y todo el ajetreo que eso significa. Ambiente distinto al que recibe cada invierno a MIDEM, uno de los encuentros más importantes en la industria de la música que esta semana reunió a los actores que hoy la protagonizan. El invierno en Cannes es frío y silencioso y en los días de MIDEM lo único que mueve al exclusivo balneario francés son los cientos de acreditados a la feria donde se discuten y transan los destinos de una industria musical en movimiento.

El Palais des Festivals recibe stands de sellos, agencias, emprendimientos musicales y países, incluido Chile con un espacio a cargo del Consejo de la Cultura, donde una delegación de protagonistas de la escena local se vincula con el primer mundo de la música. 

La sigla MIDEM significa Mercado Internacional del Disco y la Edición, y hablar de eso  significa hoy hablar de nuevas formas de consumir discos y de editarlos. Una escena: restorán donde varios personajes clave de la industria actual se han juntado a comer. Entra un dúo callejero, les toca un rato y les deja un CD. “¿Qué es eso? ¿Dónde escuchamos esto?”, le dicen al dúo en tono de bullying, tratando de encajar el CD en un teléfono. Esos tipos no tienen reproductor de CD y seguramente sí unos buenos parlantes bluetooth y suscripciones a Spotify.

Si hay un punto en el que todos coinciden es en que el presente y futuro es el streaming, servicios que te permiten escuchar música sin descargarla. Caen las descargas y sube el streaming. Nombres como Spotify, Deezer o Beats son verdaderas colecciones de discos portables, que no ocupan espacio y que funcionan mediante una suscripción gratuita o pagada.

Un muy buen ejemplo es un caso conocido por todos: YouTube, el nuevo MTV, la plataforma más popular del mundo para escuchar (y ver) música. Como MTV, YouTube entrega desde el año pasado sus propios premios. Cada mes, YouTube tiene un billón de usuarios únicos. Cada día recibe 864.000 horas de videos y  ahí han surgido fenómenos como el de “Harlem Shake”, una creación de desconocidos que llegó al número uno  del Billboard. Ahí ocurrió el 1D Day, donde los populares One Direction estuvieron siete horas en vivo en algo así como un show de televisión imposible de pasarse por televisión.

Esta semana en MIDEM exponían cuatro de las cabezas de YouTube. Mostraban ejemplos y destacaban tendencias como la significativa migración del “YouTuber” al móvil y la conectividad entre pantallas. Cada vez es y será más común conectar el teléfono o el tablet con la televisión para mejorar la experiencia. También se espera que la gente interactúe con las posibilidades extra que ofrece el video como comprar merchandising del artista o ver dónde se está presentando para comprar entradas.

Del lado del artista, el tema que todos quieren es explotar en clics. Algunos tips:

actualizar regularmente, mostrar cómo se trabaja, hacer cosas distintas y tratar de emocionar. Pero el consejo más claro llegó de un tipo que logró el sueño del viral propio superando los 10 millones de visitas, con un brillante video llamado “Evolution of Get Lucky”, a propósito del hit de Daft Punk: haz algo que te encantaría ver. Vieja sabiduría para un nuevo mundo.

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