Por Mayo 9, 2013

La velocidad de transformación de China, cuya economía se ha expandido cerca de diez veces desde 1990, es el resultado de la gradual apertura al emprendimiento privado y al comercio global, transitando controladamente desde una economía  basada en el Estado a una fundada sobre la iniciativa privada. Así, comenzando con algunos sectores de la economía y regiones acotadas del país, emprendedores locales fueron creando innovadoras empresas.

Hoy podemos ver cómo ha florecido un vibrante ecosistema de innovación: universidades de excelencia, capital de riesgo y, sobre todo, mucho talento. Jóvenes chinos, formados en las mejores universidades del mundo, están volviendo a su país. “Hay muchos problemas por resolver. Acá puedo tener un mayor impacto”, me comentó un ingeniero formado en MIT y Cambridge, que dejó su carrera de analista financiero en Londres para radicarse en Beijing y crear una start-up que ofrece una plataforma tecnológica para profesores de colegios.

Al conversar con emprendedores locales se notaba una cultura similar a la de Silicon Valley y otros polos mundiales de innovación. Colaborativos, ambiciosos y sin miedo a fracasar, cuestionan abiertamente las cosas y no le temen al gobierno. Usan trucos tecnológicos para saltarse el temido firewall, estructuran creativas figuras legales que les permiten armar empresas que reciben aportes de capital extranjero, prestan servicios en sectores que se supone están cerrados a los privados y hacen crecer sus start-ups en China y fuera del país.

Ya hay casos de éxito interesantes. El mercado en línea Alibaba facilitó el año pasado transacciones por más de 170 mil millones de dólares, más que eBay y Amazon sumados. Baidú, el “Google de China”, fue seleccionado por Forbes como una de las empresas más innovadoras del mundo. Huawei  sobrepasó el año pasado a Ericsson como el fabricante de equipos de telecomunicaciones más grande del mundo. Y están invirtiendo fortunas en investigación y desarrollo. En Huawei, por ejemplo, más de 60 mil de sus 140 mil empleados están involucrados en I+D y han generado más de 20 mil patentes. Estas empresas, entre otras, están creando innovaciones de clase mundial, dominando sus mercados nacionales y saliendo al mundo - pronto serán nombres tan familiares como lo son Amazon, eBay y Nokia.

Es cierto que China tiene grandes temas pendientes relacionados con su economía, como la desigualdad y la  contaminación. Pero, pase lo que pase, sin duda seguiremos escuchando sobre la “Innovación made in China”.

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