Por Danilo Díaz Enero 24, 2013

Decir que Brasil es una potencia económica resulta una obviedad. Agregar que es el mayor y mejor productor de futbolistas aumenta el lugar común. Reiterar que parieron al mejor jugador de todos los tiempos, Pelé, no deja de ser pertinente. Por algo la selección de la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) es la única pentacampeona del mundo y jamás dejó de asistir a un Mundial. Organizadores de la próxima cita ecuménica, tienen entre el 15 y el 30 de junio el primer gran examen antes de que la pelota empiece a rodar el 12 de junio de 2014. La Copa Confederaciones será el termómetro. En la cancha, el Scratch no ha podido recuperarse del golpe que significó caer en cuartos de final de Sudáfrica 2010. Mano Menezes, elegido para suceder a Dunga,  abortó su ciclo: no llegó ni siquiera a semifinales en la Copa América 2011 y perdió la final olímpica de Londres 2012 ante México. Ahora, en el sub 20 que se disputa en Argentina, Brasil quedó fuera del hexagonal final. Las dudas, graficadas por el lugar 18 en el ranking FIFA, pueden mover a engaño. En ocasiones los números mienten y acá es una muestra. ¿O alguien piensa que un equipo que luce a Neymar, Lucas Moura, Dani Alves, Adriano, David Luiz, Oscar, Luis Fabiano, Fred o Hulk se ubica en una posición tan secundaria? Cantera inagotable, con clubes poderosos, en los últimos 15 años hizo crecer exponencialmente el nivel de su torneo, el Brasileirao. Un parámetro es que desde 2005 a la fecha, cinco equipos locales ganaron la Copa Libertadores  y en el mismo período, otros cinco cuadros llegaron a la final. Materia prima siempre hubo. La diferencia es que hoy, a partir de la incorporación de un mercado de casi 197 millones de habitantes, las principales compañías de la plaza no dudan en pagar cifras propias del primer mundo futbolístico. Eso implica que las estrellas no emigren, pero además la generosa billetera permite repatriar cracks y fichar extranjeros de renombre. Neymar, la joya de Brasil, a esta altura debiera estar en Barcelona, Real Madrid, Paris Saint Germain o en la Premier League. Sin embargo, se mantiene en el Santos gracias al millón y medio de dólares que cobra mensualmente. El Peixe pone el 10 por ciento y el resto surge de los patrocinadores, donde resaltan Nike, Volkswagen y Santander.  El dinero que entra por los derechos de televisión es otro argumento poderoso a la hora de entender el auge de la liga. O Globo se quedó con los derechos hasta 2015. La cifra asusta: 500 millones de dólares anuales, donde Flamengo y Corinthians, los dos cuadros con más torcedores, se llevan 50 millones cada uno. De esta manera Internacional pudo incorporar a Diego Forlán (205 mil dólares mensuales hasta 2015), Botafogo al holandés Clarence Seedorf por 400 mil dólares cada 30 días, Corinthians trajo al peruano Paolo Guerrero desde el Hamburgo por casi seis millones de euros y acaba de abrochar por 15 millones  a Alexandre Pato desde el Milan.  Después de Inglaterra, Alemania, España, Italia y Francia, Brasil es el país donde mejor se paga. Lo más probable es que pronto supere a los galos, que ingresan en este círculo por el Paris Saint Germain. El ojo futbolero indica que hoy Sao Paulo, Internacional o Corinthians podrían ubicarse luego del Barcelona y el Real Madrid, y casi con certeza clasificarían a la Champions League. El gigante no está dormido.

 

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