El miércoles 27 de septiembre del año pasado fue un consejo tenso para la Sofofa. En esa instancia se dio a conocer el resultado de una auditoría que el presidente del gremio, Bernardo Larraín, solicitó para revisar las cuentas entre enero y abril de 2017.

La exposición del informe provocó la molestia del ex timonel de la industria Hermann von Mühlenbrock, quien acusó que debería haber sido notificado oportunamente y antes de los resultados, por tratarse de la revisión de un periodo en que él era presidente. De hecho, fue tal la incomodidad de Von Mühlenbrock, que dejó de asistir a los consejos en los cuales aún puede participar porque sigue siendo miembro.

En el informe de auditoría se dieron a conocer algunas reclasificaciones contables, pero de montos menores. Fuentes al interior de la Sofofa aseguran que esta auditoría no apuntó en ningún momento a una falta de probidad, por lo que no se explica la reacción del expresidente del gremio.