Por Qué Pasa Diciembre 1, 2017

“Está muy aliviado”, comentan los cercanos al ex presidente del Senado, el democratacristiano Andrés Zaldívar, al explicar por qué el haber sido derrotado en la senatorial por la Región del Maule terminó resultándole más de dulce que de agraz. Justo tres días después de esa fallida batalla, trascendió que la Fiscalía Centro Norte había solicitado extender una medida intrusiva (intervención del teléfono de Zaldívar) para investigarlo en un caso por tráfico de migrantes y cohecho. Explotó la bomba, circuló información de llamados que hizo a un funcionario de Cancillería a petición de un empresario (Álvaro Jofré) para saber de migrantes chinos y sus visados, y también otras historias.

Este miércoles su abogado, el penalista Jorge Bofill, se querelló por la violación del secreto de la causa en que se investiga al dirigente democratacristiano. No quieren que quede impune una clara filtración de algún fiscal a un medio periodístico.

“Si hubiese sido elegido por la Región del Maule, las numerosas demostraciones de solidaridad política que ha recibido por la interferencia en sus llamados telefónicos personales (siendo que era presidente del Senado) no hubiesen existido. Lo hubieran perseguido sin límites. Habría sido una cacería”, señala un integrante del círculo de Zaldívar.

Es incierto en qué quedará la investigación en que se lo vincula con cohecho y tráfico de migrantes, pero no existen pruebas de favores prestados o pagos por ellos (por parte del DC).

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