En tres frentes trabajan Sebastián Piñera y su equipo más cercano para preparar la transición con el gobierno de Michelle Bachelet.

El primero —el traspaso de información y la ceremonia del 11 de marzo de 2018— está a cargo de su jefa de gabinete, Magdalena Díaz. El martes 19 ella llegó hasta La Moneda para reunirse con su par Ana Lya Uriarte, con quien coordinó las reuniones que sostuvo Piñera con siete actuales ministros entre jueves y viernes. También tomó contacto con la jefa de programación, María Eugenia Paris. Las gestiones nacieron del desayuno que el presidente electo sostuvo con Bachelet el lunes 18, en su casa del barrio San Damián.

El segundo es la constitución del gobierno, es decir, del gabinete de ministros, subsecretarios e intendentes que Piñera canalizó a través de los partidos. Encabezan este frente el presidente y el ex ministro Andrés Chadwick.

A principios de enero, antes de que llegue el Papa, las tiendas deberán hacer llegar sus nombres. “Lo importante es que los partidos se sientan parte de este proceso”, explica un senador, “para que evitemos la desafección que hubo desde inicios del gobierno pasado”.

Esa misma coordinación es la que Chadwick busca en la actual tramitación de leyes para mostrar ya la gobernabilidad necesaria en las 5 semanas legislativas que restan para la administración Bachelet.

El tercer frente es el estudio de las principales leyes con las que debutará el gobierno de Piñera. A su cargo está el ingeniero y jefe programático de la campaña, Gonzalo Blumel. Su labor también es evaluar si hay iniciativas en trámite que podrían modificarse.

Sobre el punto, algunos parlamentarios de Chile Vamos plantean que en marzo se debiera comenzar con proyectos sobre temas consensuados, para dar el toque de un gobierno de unidad, o bien con proyectos que a la nueva oposición le sea caro rechazar.

En Chile Vamos destacan la especial deferencia con que Bachelet ha actuado en este traspaso, cuestión que no se dio en 2009. Incluso impulsó la inédita reunión entre Piñera y sus ministros. Dicen cercanos a Piñera que existe la común preocupación (en Bachelet y en el mandatario electo) por el clima crispado que se instaló en la última parte de la campaña presidencial. De eso se hizo cargo el ex presidente Ricardo Lagos, en su reunión con Piñera. También están quienes apuntan a que Bachelet quiere maximizar con mucho cuidado el fin de su propia gestión y salir “por arriba” en marzo.