Por Qué Pasa Septiembre 29, 2017

La franja electoral de la campaña del NO para el plebiscito de 1988 es parte de la mitología chilena. Mucho se ha escrito sobre ella y hasta una película, NO, llevó este hito político a los premios Óscar de la mano del director Pablo Larraín y del actor mexicano Gael García Bernal. En la cinta se muestra el proceso creativo de la campaña, casi como una gesta heroica.
Con la perspectiva del tiempo, el análisis sobre el triunfo del NO al general Augusto Pinochet ha trascendido la influencia mediática de la franja electoral en el voto de la ciudadanía hacia otros factores más de largo plazo. De hecho, el mismo Eugenio Tironi, uno de los mentores de la campaña, ha dicho que esta victoria respondió también a otros factores, como los movimientos sociales que comenzaron a expresarse en contra de la dictadura.
Y en esa línea, el académico de la Universidad de Talca Mauricio Morales junto al cientista político Fernando Rubilar acaban de publicar el informe “El efecto de las predisposiciones políticas y las condiciones sociales en una elección semicompetitiva. Chile 1988”, en donde analizan, con datos inéditos extraídos de la encuesta Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), los factores de largo plazo que influyeron en ese histórico triunfo del 5 de octubre de 1988.
El CERC realizó encuestas previas al plebiscito del 88. Con base en esa información el estudio identificó algunos de los determinantes políticos y sociales que explicaron el triunfo de la oposición a Pinochet. Con estos datos concluyeron que la opción NO tuvo mayor apoyo en los hombres, los jóvenes y las personas de nivel socioeconómico bajo, marcando una clara continuidad con los patrones de votación hacia los partidos de centro izquierda previos al golpe de estado de 1973. Además, sostienen que el NO era amplio favorito incluso antes de la emisión de la propaganda televisiva. De esta forma, el caso de Chile, expresa el documento, es útil para evaluar los modelos de conducta electoral en escenarios no democráticos, identificando los factores de largo y corto plazo que explican determinados resultados políticos. El estudio expone que la movilización ciudadana, las jornadas de protesta y la organización de los partidos de oposición hicieron posible que la gente no sólo expresara su posición frente al plebiscito, sino que también decidiera votar ese día y que la franja contribuyó a reforzar esa sensación. Morales fundamenta que el trabajo muestra que, más allá de la franja, había un comportamiento electoral de centro izquierda que no se alteró con la dictadura que llevaba 15 años:
“Con esta investigación no pretendemos menospreciar el efecto de la franja. Simplemente, tratamos de ser justos con los partidos y las organizaciones de base que impulsaron la movilización social y política a favor del NO. Esta gesta histórica se hubiese cumplido igual sin una franja televisiva, pero la franja televisiva sirvió para que la gente saliera a votar con más ganas y convicción”, explica.

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