Por Qué Pasa Mayo 5, 2017

Jamás imaginaron que no tendrían las firmas válidas para constituirse en partido político, ni que por ley quedarían disueltos. Lo que ha ocurrido lo sienten como una verdadera catástrofe. Años de planear un referente —antes se llamó Fuerza Pública— y se suponía que ahora por fin Ciudadanos sería partido nacional y podrían tener parlamentarios.

Las causas de esta debacle son variadas. En algunas regiones, Ciudadanos reconoce, fueron poco precavidos y, en lugar de tener el 40% más de las firmas necesarias (que es lo recomendado), llegaron a sólo el 18%. Lo que sí les jugó en contra de manera decisiva fue no tener cómo identificar si quienes firmaban por Ciudadanos —liderado por el ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco— lo habían hecho antes por otro partido. En estos casos de doble afiliación, la firma se invalida y es solamente el Servicio Electoral (Servel) el organismo que posee esta base de datos secreta con la identidad de los firmantes y lo puede certificar.

Ayer jueves el Servel comunicó oficialmente que no aceptaría el requerimiento de Ciudadanos para que se revisaran las firmas y se pudiesen constituir en partido.

Algunos en Ciudadanos opinan que ahora hay que tirar la toalla. No apelar al Tricel (Tribunal Calificador de Elecciones) y olvidarse del asunto. ¿Cómo tener a los candidatos a parlamentarios esperando ahora meses para saber si podrán postular por un partido que aún no existe? Siguiendo esta lógica, el destino del movimiento sería desaparecer en un año electoral. “Submarinearse”. Su líder, Andrés Velasco, sin embargo, está por seguir con la apelación ante el TRICEL hasta el final. Y otros plantean que pueden postular parlamentarios si logran constituirse como partido regional. ¿Qué se pierde?

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