Todo fue extraño. Aparentemente fue el rumor vía WhatsApp entre oficiales de Carabineros lo que precipitó que su general director anunciara el lunes del fraude por desvío de dinero detectado en la Región de Magallanes y que compromete aparentemente a todo el país. Carabinerogate y Pacogate, han sido los nombres de fantasía para designar en redes sociales el caso por estas platas perdidas (o mal transferidas).

Ni siquiera el general director Bruno Villalobos tenía ese día tan claro el monto del fraude. El lunes se le veía afectado y dio de baja a cerca de una decena de oficiales. La escena remitió al año 1994 y al “Davilazo”. En enero de ese año, Juan Pablo Dávila, un treintón operador de mercados a futuro de Codelco, les anunció a sus superiores, entre ellos al presidente ejecutivo, Alejandro Noemi, de millonarias pérdidas por contratos a futuro.  Tampoco Noemi, pálido y golpeado cuando dio la cara, tenía claro el monto del desfalco. Pasaron días, semanas y hasta meses, hasta que la lana de la madeja del gato terminó de desenrollarse. 200 millones de dólares fueron las pérdidas por el “Davilazo”.

¿Quién investiga ahora a Carabineros?

Lo particular es que este fraude está siendo investigado por los mismos Carabineros, por orden de la Fiscalía de Punta Arenas. La Policía de Investigaciones no fue una opción para seguir el caso, pese a que sobre el 90%. de los casos de delitos económicos en Chile los lleva la Brigada de Delitos Económicos de la PDI. Entre ellos el llamado Milicogate, Penta, SQM y el histórico caso Codelco.

Todos, menos el Carabinerogate.