El miércoles 7 de diciembre se bautizó en Valparaíso un megabuque de la naviera alemana Hapag-Lloyd, cuyo socio mayoritario es la chilena CSAV, controlada por Quiñenco. Como un gesto de bienvenida a los nuevos socios chilenos, además de hacer por primera vez en su historia una ceremonia de este tipo en Chile y darle el nombre de Valparaíso Express, la germana nombró como madrina del buque a Rocío González, señora de Andrónico Luksic.

La madrina recitó el nombramiento del barco, rompió la botella de champaña contra el costado de la nave en símbolo de buena suerte, recorrió sus dependencias y entregó al capitán un particular regalo para los largos días de navegación: un taca-taca con jugadores pintados con los colores de la selección alemana y chilena, que fue inaugurado con un animado partido entre ella y el capitán.

Como es tradición, también le entregó al capitán una escultura de la virgen Estela Maris.