Por Qué Pasa Octubre 14, 2016

Luego del asalto a la hostería Ojo de Agua, reivindicado luego como atentado, que dejó dos muertos (uno de ellos, parte del grupo atacante), los investigadores de la denominada violencia rural, fenómeno más conocido como “conflicto mapuche”, han profundizado su mirada hacia las fuentes de financiamiento de los grupos que operan en la denominada “zona roja”.

Tanto policías como fiscales han logrado dar con, al menos, cinco líneas que podrían acotarse como fuente de ingresos. La primera, y más conocida se relaciona con el robo de madera. De hecho, a fines de septiembre se conoció el más grande operativo policial de los últimos años: más de 20 personas detenidas en Tirúa, y desde el gobierno señalaron que se trataba de una “mafia” del robo de madera.

Pero ésta no es la única arista pesquisada. Llama la atención el aumento de robo de autos en la zona de Ercilla y Collipulli. Éste es un delito no común hasta hace algún tiempo y se han encontrado vehículos robados al interior de las comunidades. También entra en este ítem el hurto de camiones de la industria forestal. También se indaga el comercio de armas y el abigeato.

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