Por Qué Pasa Febrero 11, 2016

“No conozco a Juan Díaz Sepúlveda, no lo conozco como militante de la UDI, no lo conozco en reuniones previas. No lo he recibido en mi despacho”. Esa fue la categórica declaración que dio en Fiscalía el alcalde de Machalí, José Miguel Urrutia (UDI), desestimando cualquier vínculo con el operador político de su partido, hoy formalizado por el delito de soborno por supuesto pago a funcionarios del municipio en el marco del caso Caval.

Sin embargo, su testimonio se contradice con el de otros protagonistas, como el ex director de Obras Municipales, Jorge Silva, formalizado por cohecho. El arquitecto señaló ante el Ministerio Público que “lo que puedo afirmar es que yo vi saludarse al alcalde con Juan Díaz con un gran abrazo, ámbos tratándose por el nombre de pila, en al menos dos ocasiones, en esa época (primer semestre de 2012), una vez en mi oficina y otra vez en la oficina del alcalde. En una de esas ocasiones uno de ellos mencionó incluso que se iban a reunir esa semana en una reunión del partido en Santiago”.

La versión coincide con la entregada por la arquitecta Cynthia Ross, formalizada por cohecho, quien dijo que vio a Urrutia y a Díaz “saludarse como grandes amigos”.

Pero Silva agrega otro dato: declara que el alcalde participó en parte de la reunión cuando el dueño de Caval, Mauricio Valero, va con Patricio Cordero al municipio a manifestar su intención de construir un mall en los terrenos de Machalí.

Relacionados