Por quepasa_admin Julio 15, 2015

La semana pasada, una visita sorprendió al fiscal regional de la zona Oriente de Santiago, Alberto Ayala.

De pronto, hasta el edificio de calle Los Militares, en Las Condes, un joven pidió una audiencia para poder reunirse con él. Cuando le preguntaron si se trataba de un asunto judicial, éste respondió que no, que lo buscaba para agradecerle una gestión que hizo por él en 1996.

Así fue la antesala del reencuentro entre el joven Diego Herrera  y el fiscal regional Oriente: quería darle  las gracias porque 18 años atrás, cuando tenía cinco años, Ayala lo salvó de ahogarse en una piscina pública en Antofagasta.

“Estuve en coma y mi abuelo siempre me dijo que ojalá pudiera darle las gracias al abogado que me había salvado la vida”, cuenta Herrera, quien  actualmente  vive en Santiago. 

Tras compartir varios recuerdos sobre ese día, Herrera y Ayala sellaron la reunión tomándose una fotografía.

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