Por quepasa_admin Abril 9, 2015

Una reunión reservada con el grupo de alcaldes disidentes, liderados por Francisco de la Maza y Mario Olavarría,  tenía previsto sostener Hernán Larraín, antes del consejo  general de este viernes en el hotel Crowne Plaza.

El objetivo del senador era cerrar su último flanco abierto, antes de aceptar ser proclamado como presidente de la UDI por los próximos dos años, comprometiéndose a integrar a este grupo en cargos de influencia en la dirección de la colectividad.

Pese a su estricto silencio sobre la crisis de la UDI y a no tener la simpatía de todos los diputados del partido, distintos hechos fueron despejando el camino para que Larraín fuese la única carta para presidir el partido. El otro candidato con posibilidades era el actual presidente interino, Javier Macaya, quien perdió fuerza luego de que su esposa apareciera con una boleta pagada por SQM.

Antes de llegar al consejo, los distintos sectores negociaban la integración de la mesa, en especial la secretaria general, y los ejes programáticos de la nueva directiva.

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