“No quiero hacer ni decir nada que pueda afectar a mi hijo”, ha sido la respuesta recurrente de Carlos Larraín para mantener un estricto silencio y permanecer hace varios meses en su estancia en la Región de Magallanes, completamente alejado de la contingencia. Pese a que Martín Larraín fuese absuelto en el segundo juicio, tras el atropello con resultado de muerte de Hernán Canales en septiembre de 2013, la familia del afectado ha señalado que recurrirán a organismos internacionales de derechos humanos. Por lo anterior ha dilatado su regreso a Santiago para fines de marzo.