El viernes pasado, cuando los ánimos en Azul Azul estaban por los suelos por la derrota de la U. de Chile como local frente a Emelec de Ecuador en su debut por Copa Libertadores, tras una seguidilla de derrotas en el torneo local, una amarga guinda se agregó a la torta. El Mercurio publicó un e-mail del director de Azul Azul, Peter Hiller, fechado en junio de 2014, en que criticaba la contratación de Gustavo Canales, aludiendo al alto sueldo y a la edad del jugador (cumple 35 en marzo). Ese mismo día, en medio de sus vacaciones, el presidente de Azul Azul, Carlos Heller, deslizó sus sospechas por el origen de la filtración. “De las 14 personas que recibieron el correo, descarto a 13”, dijo a radio Bío-Bío, en lo que se interpretó como una alusión directa a José Yuraszeck. Cercanos a Heller han comentado desde entonces que el actual presidente de la concesionaria interpreta la filtración como una hostilidad en momentos en que, en medio de los malos resultados en la cancha, se acerca el plazo para el vencimiento, el 3 de marzo, de la OPA lanzada el 2 de febrero, mediante la cual Heller se consolidará como controlador de Azul Azul, tras la compra del 10,29% de las acciones que mantenía Yuraszeck, el ex presidente de la concesionaria con el que Heller ha mantenido una pública rivalidad.