Por quepasa_admin Diciembre 30, 2014

“Es la mujer la que apechuga en el embarazo, no el cura”. El 31 de mayo de 2014, las palabras de la renunciada ministra de Salud, Helia Molina, en una entrevista en La Tercera, sorprendieron al mundo político. Se trataba del primer episodio polémico en que se vio envuelta durante su gestión. En su entorno lo atribuían a su carácter “espontáneo” y “sincero”. El mismo que esta semana volvió a encender los ánimos con otra frase provocadora en el diario La Segunda y que desencadenó su salida del gabinete: “En todas las clínicas cuicas, muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas”.  A los problemas de gestión en su cartera, Molina sumó conflictos públicos por  “exceso de sinceridad”.  De hecho, en junio pasado, los diputados de la comisión de Salud quedaron perplejos cuando en medio del debate sobre el aborto dijo desconocer cuántos proyectos había sobre la materia en el Congreso. Al ser emplazada de que dichas iniciativas estaban en los sitios web del Senado y Cámara, contestó: “La verdad es que no soy muy tecnológica”.

 

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