Por quepasa_admin Diciembre 18, 2014

El 26 de noviembre pasado, Héctor Gallardo, vicario para la Pastoral del Arzobispado de Santiago, envió una misiva a los párrocos que conforman esa jurisdicción con una instrucción clara: “Los sacramentos son totalmente gratuitos y se debe evitar cualquier apariencia de comercio en el momento de definir el uso de un templo”, señala la carta, que pone énfasis en los cobros y tarifas que varias iglesias aplican, especialmente en matrimonios y bautismos y que llega a los $ 400.000. Se deja claro sí, que en el caso de estos últimos debe existir una conversación entre el sacerdote y las parejas para que ellas se comprometan a donar el 1% de sus ingresos.

El documento de 3 páginas sugiere, además, que “los adornos  de la celebración sólo son para el altar y las imágenes de Nuestro Señor, la Virgen y los santos”, por lo que se deben evitar discriminaciones sociales y los arreglos ser semejantes para todas las ceremonias sin ostentaciones que desfiguren la celebración.

Relacionados