Por quepasa_admin Diciembre 4, 2014

El cómic “Sofía aprende con todos”, que dibujó el caricaturista Guillo, por encargo del gobierno, para promover la reforma educacional,  generó polémica en el mundo político. La UDI recurrió a la Contraloría por el uso de fondos públicos para una campaña que promueve un proyecto en trámite.

Más allá de ese debate, el acuerdo que suscribió el Ministerio Secretaría General de Gobierno con el humorista gráfico tiene varias particularidades. El contrato suscrito en noviembre, que contempla la realización de un cómic dividido en tres partes y cuatro videos animados, es por un monto de $ 41.277.778. Ese era el límite legal que le podía pagar el gobierno, ya que a partir de las 1.000 UTM ($ 42.770.000) es obligatorio recurrir a una licitación pública, en lugar del trato directo  que se realizó en este caso.

Como esa cantidad de dinero no se puede traspasar a una persona natural, Guillermo Bastías Moreno, “Guillo”, debió crear una empresa. Se trata de Asesorías en Comunicación Gráfica y Audiovisual Artestudio Limitada, que constituyó el 13 de octubre junto a su pareja, la bióloga Susana Maldonado. Sin embargo, el memorándum de la Secretaría de Comunicaciones y la resolución exenta firmada por el subsecretario general de Gobierno, Rodolfo Baier, para justificar el pago, señalan que “se constató que la empresa cuenta con más de 30 años de experiencia”. 

Para  respaldar el dinero, la Segegob debió hacer un certificado de disponibilidad presupuestaria, pero el cómic no se adjudicó a la glosa de “publicidad y difusión”, sino que a los fondos destinados a “estudios e investigaciones”.

Guillo ya había colaborado con el primer gobierno de Michelle Bachelet, el 2010 haciendo ilustraciones para un libro de la Presidencia. En esa oportunidad su honorario fue de $ 1.800.000.

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