Tiene 40 años y 4 hijos. Y recién en 2008 se puso sus primeras zapatillas para correr. Desde entonces,  compitió en varias carreras, hasta que se convenció que tenía las condiciones para enfrentar una maratón. En 2009, Carolina Peña corrió por primera vez los 42 K de Nueva York. Fue la mujer chilena más rápida: hizo 3 horas y 13 minutos. En 2013, decidió correr por segunda vez: marcó 8 minutos menos. Luego se convenció de buscar una meta más grande y superar la barrera de las 3 horas. Así, 16 semanas antes de la maratón de Nueva York del 2 de noviembre pasado, comenzó a entrenar. Sus hijos y su marido -Juan Luis Rivera, socio de Moneda Asset-, debieron adaptarse a una fuerte rutina: grupos de velocidad todos los miércoles, y entrenamientos a las 6 de la mañana entre lunes y viernes. Así logró llegar en el número 49 entre las casi 21 mil mujeres que corrieron los 42 K, pese a no ser profesional. Llegó exhausta a la meta: ni siquiera le dio para sacar la bandera chilena que llevaba en el bolsillo. Tampoco para mirar en su reloj el tiempo que había hecho. Al saberlo se puso a llorar. Lo había logrado: marcó 2 horas, 59 minutos.