Por quepasa_admin Noviembre 6, 2014

En medio de la polémica pública por la ausencia de dinero en los cajeros automáticos y la disminución de su disponibilidad tras la seguidilla de robos, el Congreso sufrió las consecuencias del fenómeno. Debido a desperfectos técnicos, uno de los dos cajeros, ubicado en el segundo piso del edificio, se encontraba fuera de servicio. El hecho provocó molestia entre los parlamentarios, funcionarios  y público general que circula por el edificio legislativo, construido en un barrio alejado de zonas comerciales y donde no hay disponible otro dispositivo en, al menos, un buen par de cuadras a la redonda.

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