Si en su primer gobierno fue el maletín literario -que tuvo críticas dispares-, en su segundo mandato Michelle Bachelet también dará que hablar con sus programas para incentivar la lectura. La primera quincena de enero presentará la nueva política del libro, en base a un informe que prepara el Consejo de la Cultura y las Artes, y una de las alternativas que se barajan es la creación de una editorial del Estado, según informó el diario La Tercera. Pero la sola idea generó un fuerte debate en el mundo literario, y fue el escritor y ex ministro de Cultura, Roberto Ampuero, el primero en salir a criticarla: “Editorial estatal, bibliotecas y librerías del Estado, son propuestas inquietantes”, dijo en radio Oasis y agregó en su Twitter: “Una editorial del Estado chileno, como la que se planea, no perjudicará a las editoriales grandes e internacionales, sino a las pequeñas y emergentes”.  El novelista agregó que aunque Quimantú -la editorial chilena creada por el gobierno de la Unidad Popular- fue una gran iniciativa, el riesgo es que los libros sirvan para plasmar las ideas políticas de turno.