Por quepasa_admin Octubre 30, 2014

La sola exteriorización de una idea que hace rato rondaba en la cabeza del presidente DC, Ignacio Walker, el lunes pasado en el comité político de La Moneda, desató una nueva disputa oficialista en torno a la reforma educacional, a propósito de su crucial segundo trámite en el Senado. El jefe DC propuso la fusión de las comisiones de Educación y Hacienda de la Cámara Alta para tramitar la iniciativa. La propuesta encontró el inmediato rechazo del presidente PPD, Jaime Quintana, al que se sumó horas más tarde el presidente de la comisión de Educación, el senador PS, Fulvio Rossi, cuando fue consultado por la medida que contaba con la anuencia del gobierno  e incluso del presidente del PS, Osvaldo Andrade, quien argumentó que, de todas maneras, la iniciativa llegaría a la comisión de Hacienda. La actitud de los senadores Quintana y Rossi apuntaba a un hecho en concreto: si bien el oficialismo tiene mayoría en ambas comisiones, la medida enviaría una señal clara de apertura tanto del gobierno, como del oficialismo, a construir una especie de acuerdo similar al que se arribó en la reforma tributaria, precisamente en la instancia presidida por el PPD Ricardo Lagos Weber.  Los principales temores de los senadores PPD y PS apuntaban a la fuerte influencia que podría ejercer en esa dirección el senador DC Andrés Zaldívar, uno de los reconocidos “padres” del pacto entre el gobierno, el oficialismo, la oposición y los empresarios para cambiar la estructura tributaria del país. Así, se consagró entre los dirigentes  el temor del regreso de la “cocina” de los acuerdos, esta vez, para sacar adelante el proyecto emblema del gobierno de Michelle Bachelet. El hecho provocó que Rossi y Quintana organizaran el martes pasado una conferencia en conjunto con la Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Cones) en la que deslizaron fuertes críticas al gobierno y la DC. El hecho provocó la molestia de Andrade, quien fustigó en privado a sus pares y llamó a evitar los “autogoles”.

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