Con sorpresa y enojo reaccionaron varios funcionarios de La Moneda el lunes pasado, cuando se dieron cuenta que ya no contaban con el tradicional beneficio del almuerzo en el casino de la casa de gobierno y que sus tarjetas habían sido bloqueadas. La situación causó una molestia generalizada, aunque tenía una razón de ser: desde la administración del Palacio advirtieron que el uso del beneficio aumentó considerablemente en los primeros meses del actual gobierno. En particular, por la presencia de cientos de asesores de las diferentes reparticiones de la nueva administración, lo que hizo colapsar el servicio. De hecho, el administrador de La Moneda, Cristián Riquelme -quien no quiso entregar su versión-, adoptó medidas inmediatas: los funcionarios y asesores con altas remuneraciones ya no podrán almorzar en La Moneda.