La trágica muerte del candidato presidencial del Partido Socialista de Brasil (PSB), Eduardo Campos, en un accidente aéreo, puso en la órbita a quien lo acompañaba como candidata a la vicepresidencia, la ecologista Marina Silva, quien según los últimos sondeos tiene serias posibilidades de frustrar la reelección de la presidenta Dilma Rousseff.

La irrupción de la ex ministra de Medio Ambiente de Lula da Silva revolucionó el cuadro electoral a dos meses de las elecciones presidenciales del 5 de octubre próximo. Un escenario impensado en mayo pasado, cuando Silva tuvo un fugaz paso por nuestro país para dictar una conferencia en la Universidad Santo Tomás, donde profundizó sobre su vida de militancia ambiental.  En la presentación se definió como “sustentabilista-progresista” y recordó su gestión como ministra de Medio Ambiente, donde -según expuso- consiguió una reducción del 80% en la deforestación de la Amazonía. El mismo día de su charla, el 20 de mayo pasado, visitó las dependencias del Ministerio de Medio Ambiente, donde compartió sus experiencias con el titular de la cartera, Pablo Badenier. “Estoy impresionada con las prioridades que está discutiendo el gobierno en relación al fortalecimiento del Ministerio del Medio Ambiente para el desafío de proteger la biodiversidad y aspectos claves como los recursos hídricos”, dijo tras la cita.