Por quepasa_admin Agosto 21, 2014

“Presidente, le tenemos lista la ficha para que vuelva a RN”. La broma del ex subsecretario de Pesca y hoy vicepresidente de  RN, Pablo Galilea, desató las risas en la mesa del restorán Don Carlos de La Dehesa , donde el lunes Sebastián Piñera sostuvo un encuentro de camaradería con la directiva del partido y ex funcionarios de su gobierno. El ex presidente sólo atinó a esbozar una sonrisa. Galilea desenfundó la frase justo después de que Piñera entregara un sentido discurso en el que agradeció la lealtad a sus colaboradores y dijo sentirse orgulloso del partido al que renunció el 28 de enero de 2010, justo antes de asumir como presidente. Su desafiliación se hizo efectiva para cumplir con las normas internas de la colectividad que obligan a renunciar al militante que sea investido como máxima autoridad del país.

Antes de dejar el poder el 11 de marzo, el ex presidente de RN Carlos Larraín realizó gestiones para convencer a Piñera para que regrese a su militancia, justo en medio de la crisis por renuncias de parlamentarios y la amenaza de un grupo de ministros.  Las tratativas se vieron frustradas y Larraín descartó el éxito de su empresa una vez finalizado el gobierno.

Hasta ahora, el ex mandatario no ha dado señales claras y ha apostado por cultivar buenas relaciones con la mesa que lidera el diputado Cristián Monckeberg.  El proceso de instalación de la nueva dirigencia ha desatado la preocupación del “piñerismo” de RN, pues el propio Monckeberg ha transmitido en privado que privilegiará el posicionamiento de las figuras partidarias -Andrés Allamand y José Manuel Ossandón- en la carrera presidencial.

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