En una entrevista en la revista Cosas, Marco Enríquez-Ominami se refirió a los problemas de su ex jefe de campaña, Max Marambio, en Cuba. Hablando del trato que ha recibido el empresario chileno por parte del gobierno de Raúl Castro, mencionó que similar actitud tuvieron con Víctor Moro, a quien, según ME-O, le "quitaron la visa y la licencia comercial". Moro es un empresario español que llevaba 25 años haciendo negocios en la isla. Logró posicionar a su empresa Vima como la más importante comercializadora y distribuidora de alimentos ligada al área turística. Además, fue presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba -la única patronal extranjera visada por el gobierno de Castro-, que reunía a 150 firmas de su país. Su situación en la isla era inmejorable. Pero eso cambió abruptamente en noviembre pasado. En la cena anual de empresarios españoles, Moro hizo referencia a los millones de dólares extranjeros que se mantenían retenidos en Cuba a causa de la falta de divisas. El discurso no fue del agrado de las autoridades de La Habana, quienes le retiraron las licencias de operación de su empresa. La medida causó desabastecimiento en los hoteles más importantes de Cuba. Luego el régimen rectificó la medida, pero bajo nuevas condiciones: la empresa de Moro estaría totalmente controlada por el régimen castrista, no podría retirar su dinero de la isla y él no contaría con el permiso necesario para entrar a ese país.