Por quepasa_admin Abril 30, 2010

La semana pasada, Qué Pasa publicó una entrevista a Ernesto Ottone. En ella, el ex director de Matucana 100 se refirió al financiamiento de Santiago a Mil. "Si tú ves el aporte de la empresa privada, comparado con el Estado, es ínfimo", dijo.  En estas líneas, la Fundación Teatro a Mil (Fitam) precisa afirmaciones contenidas en dicha entrevista:

-Santiago a Mil tiene 17 años de trayectoria y hoy es uno de los proyectos culturales en artes escénicas más importantes del país.

-La fundación, por ser una entidad sin fines de lucro, recibe los recursos para la ejecución del festival y los escasos excedentes, cuando los hay, los invierte en nuevos proyectos que responden a los fines sociales para los cuales se creó.

-Sin el respaldo y el compromiso del sector público, de la empresa privada y de organismos internacionales, Santiago a Mil no sería lo que es hoy. Un festival que no es un evento, sino una extensa programación artística. En su última versión se presentaron 28 obras de teatro nacionales en 20 salas, y que recorrieron 23 comunas de la RM. A ello se sumaron 15 espectáculos internacionales y la extensión a regiones, que llevó el festival a Talca, Iquique y Antofagasta.

-Para lograr esto, el aporte de la empresa privada ha sido vital y sostenido en el tiempo: Minera Escondida lleva 10 años apoyando el festival y este año se sumaron Movistar y Corpbanca. Dicho aporte está lejos de ser "ínfimo". Para el último festival de enero 2010, los recursos de la empresa privada alcanzaron el 39% del presupuesto total -fondos acogidos a la Ley de Donaciones Culturales- y los aportes públicos el 27%.

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