Por quepasa_admin Marzo 20, 2010

A tres semanas del sismo que sacudió varias regiones del país, la remoción de los escombros se ha convertido en una tarea fundamental para comenzar la reconstrucción. El tema no sólo preocupa a los alcaldes de las comunas afectadas, sino también al gobierno.

El comité de emergencia que dirige Cristóbal Lira -que coordina a las FF.AA., seremis y municipios en las tareas posterremoto- se ha reunido estos últimos días con distintos especialistas extranjeros que visitan el país, sobre todo para buscar una respuesta rápida a la pregunta de qué hacer con los escombros.

Los expertos consultados han trabajado en la reedificación de ciudades azotadas por tragedias naturales, como Nueva Orleans -tras el paso del huracán Katrina- o las playas del sudeste asiático, luego del tsunami de 2004. También estuvieron este verano en Haití.

Tras la ronda de reuniones sostenida por Lira, varias son las soluciones que se están analizando. Una sería construir parques a partir de las ruinas. También se evalúa llevar los desechos al desierto, pero el inconveniente de esta opción es el alto costo de transporte que ello implica. En todo caso, cualquier decisión que se tome será coordinada con el Ministerio del Medio Ambiente, que busca una solución sustentable.

Sólo en el Gran Santiago se necesitan 280 mil camionadas para retirar los cerca de 3 millones de metros cúbicos de desechos que se acumulan en los centros de acopio dispuestos por las municipalidades. Si bien en algunos casos se han habilitado sitios eriazos; en otros, el material va a parar directamente a zonas cercanas a los parques. Ésta es la situación de comunas como Ñuñoa y Conchalí: mientras la primera reúne los escombros en la parte posterior del Estadio Nacional, la segunda lo hace en el Parque Las Américas.

En Concepción, la situación es similar. Dos son los lugares donde se almacenan los escombros: un terreno junto al cementerio y un sitio aledaño a un conjunto habitacional. Hasta allí llegarán los restos de las 1.900 viviendas que aún falta demoler y que sumarán otros 80 mil metros cúbicos de ruinas.

En Licantén, VII Región, la ex cancha de aterrizaje de esa localidad reúne los restos de las 1.156 casas ya derrumbadas y que provienen de la zona costera, donde el tsunami arrasó: La Pesca, Iloca y Duao. Mientras esperan una solución, y para deshacerse de los escombros -que suman el equivalente a  2 mil camionadas-, el municipio ya tomó contacto con empresas que compran chatarra.

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